
Grifols ultima al fin el cierre de la venta del 20% de Shanghai Raas. Seis meses después de llegar a un acuerdo con Haier para desprenderse de la mayoría de los títulos que poseía (se queda con el 6,2%) en la compañía asiática, la cotizada ha obtenido todas las autorizaciones gubernamentales y de competencia y confía en cerrar la operación la próxima semana. Así lo aseguró el presidente de la corporación farmacéutica española, Thomas Glanzmann, durante la junta de accionistas.
En su discurso de apertura, el dirigente desveló que la desinversión culminará en los próximos días. "La cantidad percibida (alrededor de 1.600 millones de euros, según el tipo de cambio del momento) se destinará completamente a reducir la deuda garantizada con vencimiento a 2025 y la deuda hasta 2027", explicó.
Grifols ya fue informando en los últimos meses del avance positivo de las autorizaciones. De hecho, en mayo ya dijo en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): "Informamos que ambas compañías han completado los habituales trámites de aprobación gubernamentales, tanto nacionales como extranjeros".
A la cotizada le faltaba la confirmación de cumplimiento que debía emitir la Bolsa de Shenzhen y que era el paso previo al registro de transferencia de acciones en China Securities Depository and Clearing. Como esperaba la cúpula de la organización, el visto bueno se emitió antes del cierre del mes de junio.
La reducción de la deuda de Grifols
La venta era clave para que Grifols pudiera cumplir con los planes de reducción de deuda previstos. "Gestionar la deuda y mejorar los flujos de caja es una de nuestras prioridades", remarcó Nacho Abia, el consejero delegado, en su primer acto en público. Sin la operación hubiera sido muy difícil cumplir con las promesas hechas al mercado.
Y es que la farmacéutica catalana debe afrontar hasta 2.900 millones de euros en vencimientos en 2025. La mayoría se pagarán con la desinversión de Shanghai Raas, pero también se acometieron dos emisiones de bonos -una de 1.000 millones y otra de 300 millones- para complementar el desembolso.
La venta no supondrá, eso sí, el adiós definitivo de Grifols a China. La cotizada mantendrá su actividad en el país a través de un acuerdo con la filial, de la que se quedará con el 6,2% del capital. Aunque el porcentaje le dará derecho a un consejero, sus votos estarán delegados en Haier como parte del acuerdo alcanzado.
La empresa de hemoderivados se comprometió además a no deshacerse de nuevos títulos de la sociedad en los próximos tres años. Pasado el plazo, Haier cuenta con un derecho de tanteo sobre sus participaciones.