Salud Bienestar

El 85% de las pacientes españolas ganan la batalla al cáncer de mama

  • La investigación de nuevas formas de diagnóstico y los tratamientos innovadores disminuyen la mortalidad de forma significativa

1992 fue el año que lo cambió todo. Luz Casal sonaba en la radio y Evelyn Lauder y Alexandra Penney lanzaban el listón rosa que se convertía en un símbolo de lucha contra el cáncer de mama. Se trata del tumor más frecuente a nivel mundial que padece la mujer. De hecho, en 2022 solo en España se diagnosticaron 34.740 nuevos casos. Gracias a la investigación, prevención y diagnóstico precoz la mortalidad ha disminuido de forma muy significativa. Alrededor del 85% de los pacientes logran ganar la batalla. Es más, en el país más de medio millón de mujeres son supervivientes.

Este año se prevé diagnosticar 35.001 nuevos casos de cáncer de mama, según la Sociedad Española de Oncología Médica. La probabilidad de padecer este tipo de tumor siendo mujer es de una de cada ocho, presentando la mayor incidencia en los 45 y 65 años. En cuanto a la población masculina, solo suponen el 1% de los nuevos casos y en un 15 y 20% de las veces existen antecedentes familiares.

A día de hoy, las recomendaciones sobre la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama proviene principalmente de los datos que se descubren en los estudios de investigación.

Según el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, jefe de la Unidad de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca y profesor asociado de la Universidad de Salamanca, el doctor César Rodríguez, los mayores avances están viniendo de la mano de una mejora en el conocimiento en profundidad de la biología de la patología. Y es que, no es una "enfermedad única", sino que está compuesta por diferentes entidades clínicas con comportamientos diferentes. Además, va evolucionando por lo que sus características van cambiando. "Se están llevando a cabo estudios moleculares para analizar bien los tumores de cada paciente. Estamos intentando comprender las alteraciones moleculares", indica el investigador principal del Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el doctor Atanasio Pandiella.

Existe un amplio abanico de tipos de cáncer de mama, pero podrían clasificarse en tres grandes clases. Por un lado, se encuentra el tumor luminal (también conocido como adenocarcinoma o receptor hormonal positivo) que es el más frecuente. "Representa el 70% de todos los casos", afirma el doctor Atanasio Pandiella. Otro tipo es el HER2. "Se denomina así porque posee una proteína en mucha cantidad que hace que la célula se transforme en tumoral", explica. "Se están investigando versiones sofisticadas de anticuerpos que contienen moléculas con citotóxina que permite atacar a las células cancerígenas", añade. Por último se encuentra el más mortífero: el triple negativo.

Por otro lado, todos ellos pueden clasificarse en dos grandes grupos: aquellos que se encuentran en fase temprana y aquellos que ya han provocado metástasis. "A día de hoy, no hay nada que cure el cáncer de mama metastásico. Por ello, es una enfermedad no cubierta", afirma el director de la Unidad de Negocio de Oncología de Gilead, David Marín.

En cáncer, el tiempo es salud. Cuanto antes se detecte un tumor mejor ya que hay más posibilidades de tratamiento y curación. Es por ello que las pruebas de detección precoz se han convertido en un aliado para aumentar la supervivencia y atajar, cuanto antes, tumores incipientes. Los científicos y profesionales siguen innovando e investigando en este campo.

Por un lado, se ha observado que los programas de cribado permiten detectar tumores dos años antes lo que posibilita llevar a cabo un tratamiento más eficaz y menos agresivo. Actualmente se investigan nuevas fórmulas de diagnóstico por imagen. Por ejemplo, existe un proyecto en España -llevado a cabo por un endocrinólogo del Hospital Ramón y Cajal (Comunidad de Madrid) - en el que se está desarrollando un software que permita ver los nódulos linfáticos o mamarios en los aparatos de imagen.

El gran avance es el diagnóstico molecular, que consiste en identificar una enfermedad por medio del estudio de las moléculas. "La incorporación progresiva de la secuenciación masiva es una realidad. Ya no analizamos gen a gen para ver que características tiene el tumor", afirma el doctor César Rodríguez.

Por otro lado, hace poco que se ha incorporado la biopsia líquida a los métodos de diagnóstico. Consiste en la búsqueda de marcadores que permitan establecer un tratamiento a partir de muestras biológicas que no son una biopsia de tumor solido. La más típica es la de sangre periférica, según el Presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica. "Somos capaces de identificar células tumorales en sangre, aislar su ADN y a partir de ahí encontrar alteraciones que nos permitan seleccionar tratamiento", indica.

En búsqueda de nuevos tratamientos

Los investigadores trabajan en encontrar mejores maneras de tratar el cáncer de mama. Antiguamente el cáncer se trataba con quimioterapia pura y dura. Luego llegaron los anticuerpos monoclonales y ahora los conjugados. "Es un anticuerpo monoclonal que a través de un constructo químico se une a una molécula de quimioterapia y este mete esa molécula dentro de la célula de manera que el efecto solamente afecta a la célula porque la ataca desde dentro", explica el director de la Unidad de Negocio de Oncología de Gilead – la compañía está llevando a cabo 12 ensayos clínicos a nivel mundial en los que participa España con casi 100 centros - "Es la mayor innovación que ha habido en el año 2021", termina diciendo.

Por otro lado, se encuentran las terapias hormonales. De hecho, estas son las bases del tratamiento del cáncer de mama luminal. Las investigaciones actuales "permiten saber que existen mecanismos de resistencia y otras vías de activación que hace que cuando combinamos fármacos específicos dirigidos frente a esas vías somos capaces de mejorar la hormonoterapia endocrina", afirma el doctor César Rodríguez.

Un tratamiento que por fin ha dado los primeros pasos en el cáncer de mama es la inmunoterapia. En concreto, en el triple negativo -en España acaba de autorizarse. "Es un tratamiento que activa y mejora la acción del sistema inmunitario para luchar contra el tumor. De hecho, es medicina personalizada porque utilizas las células propias de cada paciente", explica la responsable de innovación de la fundación científica de la Asociación Española Contra el Cáncer, Irene Sánchez.

El Hospital Clinic de Barcelona está llevando a cabo un estudio sobre la inmunoterapia en el cáncer de mama -se encuentra en una fase temprana y participan ocho pacientes. "Realizan la preselección para escoger los tumores con mayor probabilidad de funcionar, los aíslan y seleccionan los linfocitos T del paciente que tienen capacidad de actuar contra las células cancerígenas. Hacen muchas copias en el laboratorio y luego se vuelven a inyectar en el individuo y lo que se está provocando es una respuesta autoinmune para luchar contra el tumor", declara Sánchez.

Los investigadores también están avanzando en el desarrollo de terapias biológicas y de tratamientos dirigidos a dianas moleculares específicas. De hecho, Marta Castroviejo, una investigadora del Instituto Oncológico del Hospital Vall d,Hebron ha creado un test de biología molecular para medir los niveles de una molécula que es capaz de reparar el ADN.

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