Salud

Las nuevas técnicas de hemodiálisis reducen el gasto hospitalario en un 50%

  • La enfermedad renal crónica afecta al 10% de la población española adulta y a más del 20% de los mayores de 60 años

La hemodiálisis es un tratamiento que se utiliza para eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo de los pacientes con insuficiencia renal crónica (ERC), una enfermedad que afecta al 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años. En los últimos años han surgido nuevas técnicas que consiguen una filtración similar al de riñón natural: la hemodiálisis extendida. Esta novedad terapéutica consigue reducir el gasto hospitalario en un 50% y la tasa de hospitalización en un 45% porque consigue eliminar aquellas moléculas que pueden dar lugar a inflamación, episodios cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas con la diálisis.

Se trata de una técnica que se puede realizar a domicilio o en unidades hospitalarias. Las razones por las que permite reducir costes y liberar recursos en los sistemas sanitarios son que evita la necesidad de un monitor específico, de preparar soluciones de reemplazo o incluso de disponer de conocimientos de enfermería específicos para su uso en comparación con los pacientes tratados con tratamientos convencionales. Otra de las ventajas es que los pacientes pueden necesitar menos medicamentos de apoyo (hierro, insulina y antihipertensivos), así como reducir en un 35% los episodios cardiovasculares no mortales y las infecciones.

"La terapia combina el transporte difusivo y convectivo utilizando un dializador de fibra hueca, que al eliminar las moléculas medinas-grandes, da como resultado una curva de cribado similar a la de un riñón natural. Hasta ahora, la capacidad de los tratamientos de diálisis para eliminar las toxinas urémicas de tamaño mediano y grande ha sido limitada, por lo que la hemodiálisis extendida juega un papel fundamental al poder eliminar estas moléculas de forma eficaz", explican desde Baxter, una compañía americana que desarrolla productos para tratar patologías relacionadas con la enfermedad renal, entre otras.

La hemodiálisis convencional ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos diez años. De hecho, en España acceden al tratamiento renal sustitutivo (TRS) 64.600, de las cuales 26.098 (40,4%) son tratadas mediante hemodiálisis convencional. En la actualidad, los pacientes con insuficiencia renal crónica ya puedan optar a recibir tratamiento mediante hemodiálisis extendida, pues han sido demostrados importantes beneficios que responden a sus necesidades críticas.

Enfermedad en España

Según datos aportados por la Sociedad Española de Nefrología, la mayor prevalencia de pacientes con ERC y en TRS se da en la Comunidad Valenciana. La siguen Canarias, Cataluña, Galicia y Asturias (las cinco por encima de los 1.400 pacientes por millón de habitantes). En la otra cara de la moneda, los lugares con menor prevalencia son Melilla, Ceuta, Cantabria y la Comunidad de Madrid (por debajo de los 1.200 pacientes por millón de habitantes).

La ERC se asocia a factores no controlables, como género y edad, pero también con hábitos y estilos de vida y por tanto con factores de riesgo evitables, como la obesidad. Diferentes estudios a nivel mundial han puesto de manifiesto que las personas con obesidad tienen un 83% más de posibilidades de desarrollar ERC. Se estima, asimismo, que el 13,8% de la ERC en hombres y el 24,9% de la ERC en mujeres de países industrializados pueden estar asociados con sobrepeso u obesidad.

"Tener enfermedad renal crónica condiciona, por una parte, aumentar el riesgo de sufrir un evento relacionado con la enfermedad vascular, y, por otra parte, el deterioro progresivo de la función renal puede llevar al paciente a necesitar TRS o trasplante renal", concluyen desde la SEN.

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