
Un brote vírico ha vuelto a desatar la preocupación a nivel mundial. Ahora es el turno del virus de Marburgo, también conocido en la sociedad como "el otro ébola", que acecha Guinea Ecuatorial. A día de hoy, ya hay nueve fallecidos y 16 casos sospechosos. La alerta sanitaria ya ha llegado a la mesa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Comisión Europea.
El gobierno ecuatoguineano declaró este lunes la situación de emergencia sanitaria tras confirmarse la primera muerte en la provincia de Kie-Ntem (oeste de la parte continental del país africano y fronteriza con Camerún y Gabón). "Lamentamos comunicar el fallecimiento de un caso sospechoso localizado en el distrito de Ebiyeyín y que permanecía en aislamiento, bajo observación y tratamiento en el hospital provincial de este distrito", señalaban las autoridades.
Tras los primeros casos, la diputada europea del Partido Popular, Dolors Montserrat, ha pedido a la Comisión Europea coordinación y rapidez de respuesta ante el brote. Además, ha solicitado información sobre cómo está actuando frente al virus de Marburgo. "Las lecciones aprendidas en la pandemia del Coronavirus nos hacen estar atentos para apoyar a las zonas afectadas y reaccionar, si fuera necesario, para evitar la propagación del virus", afirma Montserrat.
Por otro lado, ha preguntado si se ha activado el Mecanismo de Protección Civil y alguna medida de ayuda del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades ya que podría convertirse en una epidemia que pondría en riesgo la salud en la región y amenazaría el bienestar de otros países.
España lleva a cabo muchas relaciones con Guinea Ecuatorial, es decir, muchos españoles van y vuelven del país africano. Los casos se han dado en zonas de selva por lo que de momento no preocupa a los expertos que pueda llegar al país, no obstante el tiempo lo dirá ya que todavía es pronto.
Los expertos asemejan este virus con los de la familia del ébola ya que es igual de mortífero. El huésped del virus es el murciélago de la fruta conocido bajo el nombre de Rousettus aegyptiacus. Se contagia por contacto de fluidos o por la ingesta de la carne de este animal. El periodo de incubación de esta enfermedad es de entre dos a 21 días.
La mayoría de las infecciones son asintomática o presentan escenarios leves. Los principales síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, malestar general, síntomas gastrointestinales y respiratorios, coagulación intravascular diseminada, insuficiencia o fallo renal y vómitos de sangre. De momento, según el jefe de salud del distrito africano afectado, Ngu Fankam, los contagiados también han sufrido hemorragias nasales y otras dolencias que han causado la muerte en cuestión de horas.
Por otro lado, su tasa de mortalidad es del 88%. El portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Javier Membrillo de Novales, explica que este porcentaje se presenta en países del tercer mundo, pero si los casos se diesen en regiones occidentales la tasa disminuiría entre un 25 y 30% gracias a los recursos de los que se disponen tal y como ocurrió con la variante Zaire del ébola en 2014.
En cuanto al tratamiento, durante la reunión de la Organización Mundial de la Salud se analizó la situación actual de la investigación de vacunas contra el virus. Existen una treintena de candidatas, no obstante todas están en periodo de test clínicos y ninguna ha sido aprobada todavía. A día de hoy, no existen tratamientos que hayan mostrado eficacia ante el virus de Marburgo.
El brote en Guinea Ecuatorial es el mayor causado por el virus de Marburgo desde 2005 y el tercero mayor de la historia desde que se identificó la enfermedad en 1967. Además, en el pasado se han detectado brotes y casos esporádicos de esta enfermedad en otros países de África como Ghana, Guinea, Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda. Se estima que en el continente africano el virus ha causado la muerte de más de 3.500 personas.