La farmacéutica británica AstraZeneca ha obtenido la aprobación del ministerio de Sanidad para un nuevo uso de su fármaco superventas Forxiga. Ahora, además de para tratar la diabetes y la insuficiencia cardíaca crónica, el medicamento se podrá usar con todos los pacientes con enfermedad renal crónica, lo que provocará un considerable aumento en las ventas ya que solo en España una de cada siete personas sufren esta patología. A cierre de 2022, el medicamento facturó 4.300 millones de euros a nivel mundial y alrededor de los 1.300 millones en Europa.
El Ministerio de Sanidad ha otorgado un precio de 29,93 euros, cifra que la compañía considera que conllevará ahorros al Sistema Nacional de Salud al compararlo, por ejemplo, con lo que cuesta una diálisis: 50.000 euros por paciente y año. Además, algunos estudios apuntan a que para el año 2026 la carga de esta enfermedad al sistema, en términos económicos, será del 14,95%. La mayor bondad demostrada por medicamento es reducir la mortalidad en un 31%.
La Enfermedad Renal Crónica es la segunda causa de mortalidad que más ha crecido en la década 2006-16 en España, con un incremento del 30%. Esto supone una significativa repercusión económica para el SNS. "En AstraZeneca estamos llevando a cabo distintos estudios para ver detalladamente la carga actual y futura. En el último estudio INSIDE CKD se vio que la ERC suponía alrededor de un 5,6% del presupuesto del SNS y se prevé que éste aumente un 14,95% para 2026", explica Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca. "La aprobación del uso de dapaglifozina en Enfermedad Renal Crónica es un gran paso en el tratamiento de una patología con una elevada prevalencia en España, que se encuentra entre las diez principales causas de mortalidad y que supone un elevado gasto para el sistema sanitario español". Desde AstraZeneca estamos comprometidos en mejorar la prevención y la detección temprana de esta enfermedad tan debilitante y potencialmente mortal", concluye.
Los cálculos económicos, además, están mermados porque la patología está infradiagnosticada. "La Enfermedad Renal Crónica presenta cifras alarmantes. Si no la diagnosticamos a tiempo, la enfermedad puede evolucionar a su forma más grave, en la que el daño renal y el deterioro de la función renal han progresado hasta el punto de requerir diálisis o trasplante renal", advierte Marian Goicoechea, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.