El incremento de los costes de la energía no han dejado a ningún sector al margen. Ahora son los hospitales privados los que entonan la voz de alarma ante el inminente cierre del ejercicio. Prácticamente la mitad de los centros que operan en España ha visto afectada su cuenta de resultados entre un 7% y un 9%, mientras que por encima de esos porcentajes se verán afectados el 10% de los centros.
Los precios de la luz en el último año y medio no han parado de subir, incluso a pesar de la excepción ibérica de la que disfruta España desde mediados de junio. Los datos oficiales dibujan una curva exponencial desde julio de 2021, cuando el precio de la luz se situaba en los 99,80 euros/MWh, hasta la fecha. Hoy, se pagará a 162,18 euros/MWh, incluyendo la compensación que se realiza por el tope al gas.
Las perspectivas para el año 2023 son todavía peores para los grupos empresariales de sanidad privada. Los gestores ya divisan que uno de cada tres centros tendrán unos beneficios afectados en "más de un 9%", mientras que el 40% estima que el daño se quedará en el 5%. Todos estos datos han sido recopilados por la patronal Aspe, que engloba al 90% del sector, a través de una encuesta con un universo de 159 centros hospitalarios.
Los incrementos de la luz, en su amplia mayoría, están siendo asumidos por los hospitales privados. Un 87% de ellos afirma que no le han podido repercutir este incremento de costes a sus clientes. La razón principal es que la mayoría de la facturación de estas empresas llega desde el sector asegurador y ahí denuncian que las tarifas llevan congeladas dos décadas. "Teniendo en cuenta la complejidad de la situación energética que sufrimos, consideramos que el sector asegurador debe contribuir a amortiguar el impacto económico que por el lado de los gastos suponen estos costes sobrevenidos e instamos a realizar un esfuerzo compartido y alcanzar un acuerdo de actualización de tarifas, ya que la situación está propiciando poner en jaque el balance de muchas empresas de provisión sanitaria", afirma el presidente de la patronal Carlos Rus.
Solo el 12% sí que ha repercutido parte de estos costes, en concreto en un porcentaje que en su horquilla más alta alcanza el 25% del incremento del coste de la energía. Por último, el 1% de centros le ha repercutido entre un 26% y un 50% los costes a sus clientes.
Las empresas de hospitales privados, sin embargo, quieren cambiar esta última realidad el próximo año. El 35% cree que va a poder dar un respiro a sus márgenes y la mitad de ellos cree que podrá repercutir hasta un 50% de los incrementos sufridos por el precio de la luz.
"Esta situación pone en dificultad extrema la competitividad de nuestras empresas, ya que nuestro sector no puede absorber por sí solo ese sobrecoste, especialmente porque existe un déficit de remuneración por el sector asegurador en un contexto de incremento del IPC en tasas récord, que conviene afrontar de forma integral para garantizar una plena calidad asistencial exigida por el usuario", añade Rus. Una de las estrategias que han utilizado sectores electrointensivos ha sido la firmas de contratos de larga duración a una tarifa plana del precio de la luz. En el sector hospitalario existe una casuística variable y no hay una tendencia hacia la firma de estos contratos, sobre todo por el tamaño dispar de las empresas.