Almirall recibió ayer una noticia positiva desde el Ministerio de Sanidad, aunque con reservas. El departamento de Carolina Darias decidió financiar una de las promesas comerciales de la farmacéutica española, Klisyri, tras haberle denegado la entrada en el sistema público antes de verano.
Según las actas de la última reunión de la Comisión Interministerial de Precios, a las que tuvo acceso este medio, el medicamento entrará bajo el abrigo público a un precio de 48,65 euros por envase. Sin embargo, el recorrido comercial del fármaco en España no estará exento de barreras.
La Dirección General de Farmacia decidió establecer un visado al tratamientos, es decir, salvedades bajo las cuáles no se puede recetar. "Se limitará su dispensación, mediante visado, para aquellos pacientes con queratosis actínica múltiples o que requieran tratamiento del campo de cancerización, no candidatos por contraindicación, intolerancia o falta de eficacia a la terapia fotodinámica o al resto de tratamientos tópicos", dice el acta. Es decir, el tratamiento de Almirall, de momento, será la segunda opción de tratamientos para los pacientes a los que va dirigido.
El medicamento está aprobado en los Estados Unidos desde finales de 2020. Nueve meses después fue la Agencia Europea del Medicamento la que aceptó el tratamiento. Hasta la fecha, ya ha entrado en varios mercados, como Alemania, y según los resultados trimestrales presentados por Almirall la semana pasada obtuvo unas ventas de cinco millones de euros.
La historia de este medicamento comenzó hace ahora poco más de tres años. Fue entonces cuando la farmacéutica catalana suscribió un acuerdo con la biotecnológica Athenex para la adquisición de esta molécula, por entonces en ensayos clínicos. Tras hacer un pago inicial de hasta 55 millones de euros, la compañía americana se encargó de su desarrollo en Estados Unidos y Almirall en Europa.
Según las estimaciones de la compañía española, el potencial de ventas de Klisyri tiene mucho margen de mejora. La farmacéutica piensa que cuando haya conquistado todos los mercados europeos, el medicamento alcanzará un pico de ventas de 250 millones de euros.