
Almirall ganó en los primeros nueve meses del año 10,9 millones de euros, cifra que contrasta con la alcanzada en el mismo periodo del año anterior, cuando perdió más de 39 millones. El ebitda de la compañía, sin embargo, se resintió un 19% por las inversiones que ha realizado la farmacéutica. Estos números permiten a la empresa afirmar que "se mantienen las estimaciones financieras de ventas netas core, con crecimiento de un dígito medio, y un Ebitda total de entre 190 y 210 millones de euros".
La compañía catalana observa como su apuesta por la dermatología médica se consolida. Los ingresos de su negocio principal crecieron un 13,7% hasta los 319,6 millones de euros. Esta cifra representa el 50% del total de ingresos de la compañía, lo que implica que ha aumentado en dos puntos porcentuales respecto a los resultados presentados en el primer semestre del año.
Ilumetri es el medicamento estrella de la compañía. Cuando se cumplen ahora cuatro años desde su autorización en Europa, Almirall reportó 88,4 millones de euros en ventas hasta septiembre, lo que supone un crecimiento del 55% respecto al mismo periodo del año anterior. Junto a este tratamiento, las otras dos grandes promesas de la compañía son Wynzora y Klisyri.
El primero alcanzó unas ventas de cinco millones de euros hasta la fecha, alcanzando una cuota de mercado del 11% en países como Alemania y España. Durante el tercer trimestre, Almirall lanzó Wynzora en Austria, Dinamarca y los Países Bajos, y la empresa está trabajando en la campaña de despliegue del producto en nuevos países de la UE en los próximos trimestres. Por su parte, Klisyri, durante el tercer trimestre, alcanzó unas Ventas Netas de más de 5 millones de euros en Europa, gracias a los lanzamientos en nuevos países.
Además, la compañía ha recibido una noticia muy positiva hace escasas semanas. Europa ha autorizado la comercialización de su último fármaco dermatológico, lebrikizumab. Ahora, la compañía deberá actuar con presteza para conseguir entrar en los mercados nacionales a lo largo de 2023.
La buena evolución del negocio en Europa contrasta con el papel de los productos de Almirall en Estados Unidos. Los ingresos al otro lado del Atlántico cayeron casi un 20%. La explicación se encuentra en Aczone, que sigue perdiendo terreno por la entrada de genéricos, y Seysara, que no se recupera después de unas decisiones de precio tomadas en este país. Ambos productos forman parte de un paquete que Almirall le compró a Allergan por más de 500 millones hace cuatro años.
La deuda del grupo se ha reducido y ahora se sitúa en 0.9 veces el Ebitda. La posición de caja de la farmacéutica le lleva a pensar en ampliar su cartera mirando fuera de sus trincheras. "Seguimos explorando opciones de crecimiento inorgánico de manera oportunista, apoyándonos en nuestra sólida posición de balance", dicen.
Carlos Gallardo, que asumió un papel ejecutivo en la compañía tras la salida de su anterior CEO, Gianfranco Nazzi, se mostró satisfecho con las cifras presentadas. "Estamos contentos con el buen impulso empresarial que hemos visto en el tercer trimestre, con nuestros motores de crecimiento mostrando unos crecimientos fuertes. Nuestro negocio principal sigue funcionando bien, en línea con nuestras expectativas, lo que nos sitúa en el objetivo de alcanzar nuestras estimaciones financieras para 2022", dijo.