El mundo atraviesa el mayor retroceso de los últimos 30 años en materia de vacunación infantil y, aunque la situación en España no se asemeja a los países en vías de desarrollo, todavía quedan algunas lagunas por resolver. La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) en varones es una cuestión que lleva tiempo instaurada en el debate público porque, actualmente, el Ministerio de Sanidad solamente financia su inoculación en mujeres. Según ha podido saber este medio, a través de fuentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Sanidad lleva tiempo evaluando su financiación en hombres y en breve publicará un estudio socioeconómico sobre su implantación.
Dentro de los 27 países miembros de la UE, España es uno de los diez que no dedica sus esfuerzos a la financiación de la vacuna contra el virus del papiloma humano en hombres. Esta decisión genera un debate moral, ya que su precio actual es elevado y va en aumento a medida que el niño crece. La edad mínima para la vacunación contra el VPH son los 9 años, pero entre las vacunas existentes destaca la que se administra a los 12 años.
La situación dentro de España es desigual entre las distintas CCAA. Solo Baleares, Galicia y Cataluña han anunciado que estará subvencionada a partir del próximo curso escolar. Recientemente, Andalucía ha anunciado que se sumará a estas tres autonomías para responder a las recomendaciones de diversos organismos científicos, entre los que se encuentra la AEP.
Sanidad se plantea negociar con las farmacéuticas reducciones en su precio. "En España, el Ministerio ya ha estudiado el tema y pronto publicará el estudio socioeconómico de la implantación de la vacuna contra el VPH en varones. Uno de los principales problemas es su elevado coste, pero si se consigue su reducción gracias a la negociación con las empresas, los beneficios serían muy buenos. Desde la AEP, esperamos que se incorpore pronto al calendario público", explica Ángel Hernández Merino, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la AEP, a elEconomista.
Las mayores brechas de España en materia de vacunación infantil aparecen en enfermedades como la meningitis y el VPH. Concretamente, esta última ha tenido que lidiar con muchas dificultades para poder ser llevado a cabo, entre las que se encuentran diversos problemas de seguridad. Todos los estudios científicos realizados han demostrado que es segura y que tiene el potencial de erradicar el cáncer de cuello de útero o la reducción de otras patologías.
La vacunación en chicos tiene efectos positivos sobre sí mismos, pero también elimina la exposición de las chicas al cáncer de cuello de útero. No obstante, "para que sea definitiva debe ser administrada antes de que las chicas comiencen a tener sus primeras relaciones sexuales porque: si no hay virus del papiloma humano, no hay cáncer", indica Ángel.
La mayor crisis mundial en vacunación infantil de los últimos 30 años
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef han publicado recientemente un informe en el que alertaron del mayor retroceso en la vacunación de la infancia de los últimos 30 años. La irrupción de la pandemia es en gran parte la mayor responsable de este problema, pero no es solo la única: la malnutrición y las crisis alimentarias que atraviesan los países con pocos recursos también estarían detrás de este dato.
Los países en vías de desarrollo habían conseguido coberturas relevantes en materia de vacunación básica, pero la pandemia transfirió las inversiones y recursos sanitarios al Covid-19. Esto provocó la suspensión de campañas de vacunación y el retraso en los suministros. De acuerdo al último informe, el porcentaje de niños que recibieron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3) disminuyó un 5% entre 2019 y 2021, hasta situarse en el 81%. Esto se tradujo en que en 2021 hubo 25 millones de niños que no recibieron una o más dosis, lo que supone dos millones más que la cantidad de menores que no recibieron las vacunas en 2020 y seis millones más que en 2019.
Las peores cifras se presentan en India, Nigeria, Indonesia, Etiopía y Filipinas. "Con la irrupción de la pandemia, se ha visto un impacto muy importante en países que ya tenían dificultades. En la mayor parte de estos países se habían logrado unas coberturas vacunales básicas (vacunación del polio o la del sarampión a partir del segundo año de vida) que se han perdido", explica Ángel Hernández.
El panorama español es muy distinto y su impacto será extraordinariamente menor que en otros países. Sin embargo, no conviene olvidarse de la importancia que tiene dedicar atención a las vacunas. "En 2020 perdieron cobertura las vacunaciones infantiles porque en aquellos meses de confinamiento muchas familias no acudieron a sus citas, pero en 2021 se han podido recuperar la mayoría de las vacunas que se interrumpieron durante la pandemia", concluye.