
Conocíamos que los gatos pueden arrojar partículas de virus infecciosos y, así, contagiar a otros gatos. Y también sabíamos, por docenas de casos reportados durante la pandemia, que los felinos pueden infectarse por SARS-CoV-2. Sin embargo, hasta la fecha no existían evidencias de que estos pudieran transmitir el coronavirus a humanos.
Ahora, casi tres años más tarde de que se notificasen los primeros casos de covid-19, un equipo de investigadores de la Universidad Prince of Songkla, en Tailandia, ha logrado demostrar que el contagio entre gatos y humanos es posible. Su hallazgo, publicado en la revista Emerging Infectious Diseases, supone el primer caso reportado de este tipo.
"Hemos proporcionado evidencia de que los gatos pueden transmitir la infección por SARS-CoV-2 a los humanos. Sin embargo, la incidencia de este método de transmisión es relativamente poco común debido a la corta duración (mediana de 5 días) en la que los gatos eliminan virus", expresan los autores en el estudio.
Un estornudo de gato
En agosto de 2021, dos varones (padre e hijo) dieron positivo por SARS-CoV-2 y fueron trasladados a una sala de aislamiento en el hospital de Hat Yai, al sur de Tailandia. Del mismo modo, su gato de diez años también fue examinado y dio positivo.
Mientras una veterinaria, equipada con máscara y guantes pero sin gafas, tomaba muestras al gato, este estornudó en la cara de la especialista. A los tres días, la sanitaria desarrolló síntomas compatibles con covid (fiebre y tos) y dio positivo. Sin embargo, ninguno de sus contactos cercanos desarrolló la enfermedad.
Al analizar genéticamente las muestras extraídas, los resultados confirmaron que la veterinaria estaba infectada con la misma variante que el gato y sus dueños, y que las secuencias genómicas virales eran las mismas.
"Las secuencias idénticas del genoma del SARS-CoV-2 obtenidas del paciente A (la veterinaria) y las secuencias derivadas del gato y sus 2 dueños, junto con la superposición temporal de las infecciones animal y humana, indicaron que sus infecciones estaban relacionadas epidemiológicamente. Debido a que la paciente A no tuvo reuniones previas con los pacientes B o C, probablemente adquirió el SARS-CoV-2 del gato cuando estornudó en su cara. Las secuencias del genoma eran distintas de otras secuencias que circulaban en la misma provincia, y mediante la fórmula de la distancia por pares pudimos descartar la transmisión externa", señala el estudio en sus conclusiones.
Por esta razón, los responsables del estudio aconsejan a las personas con covid-19 "abstenerse de tener contacto con su gato". Además, recomiendan a los sanitarios la "protección ocular como parte de la protección personal estándar para los cuidadores durante las interacciones cercanas con gatos que se sospecha que están infectados."