"Estamos seguros de que podemos asegurar el suministro de los medicamentos considerados esenciales por el Ministerio de Sanidad, pero necesitamos ayudas. Para nosotros es una oportunidad". Así de rotunda se muestra María Álvarez, coordinadora de Asuntos Regulatorios de la patronal de la industria del medicamento genérico, Aeseg. La patronal explica que de los 462 fármacos señalados como estratégicos por el Ministerio de Sanidad, todos a excepción de las cinco vacunas contra el Covid autorizadas tienen o pueden tener su versión genérica.
Sin embargo, Álvarez señala tres escollos que considera que la administración debe arreglar para facilitar que las compañías se lancen a asegurar el suministro. El primero es económico. "El umbral mínimo establecido por el propio departamento de Darias es de 1,80 euros (dentro del sistema de precios de referencia, donde están la mayoría de genéricos) y en el listado aparecen varias presentaciones que están por debajo. Un ejemplo son las bencilpenicilinas, que unas están a 1,26 y otras a 1,5", dice. Estos dos medicamento se fabrican hoy en día por Reig Jofre y Normon.
Estos medicamentos, que además son antibióticos que deberían estar muy protegidos ante el auge de las bacterias resistentes, no son los únicos. Otro ejemplo es el ibuprofeno solicitado por la Agencia del Medicamento. "El de 10 miligramos está ligeramente por encima del umbral mínimo, pero aquí nos piden una presentación que es la mitad, por lo que le bajarían el precio", añade.
Hay medicamentos registrados en los años 60 y que necesitan un ajuste burocrático
Este ejemplo concreto da pie a otro de los problemas que ha detectado Aeseg derivados de la publicación del listado. Según la patronal, algunos de los que pide la Agencia del Medicamento "son un poco especiales", pero no por el principio activo en sí, si no por la formulación. "Entendemos que si lo piden es porque en la práctica clínica se utilizarán, pero hay varios ejemplos en el listado de fármacos que no se comercializan hoy en las presentaciones que se nos piden. Pero decimos lo mismo, que no sea lo habitual no quiere decir que no se pueda hacer si existen los incentivos necesarios", añade Álvarez.
El tercero de los escollos es burocrático. Muchos de los medicamentos que ha exigido el ministerio de Sanidad se registraron hace muchos años y en algunos casos, para las presentaciones que se piden, sería necesario un nuevo registro, explica Álvarez. "Por ejemplo, la atropina es del año 1964 y hoy habría que adaptarle el registro. Esperamos ayudas por parte de la Agencia del Medicamento para que esto no sea un escollo de cara a la fabricación", explica.
Para este último punto, la Agencia del Medicamento sí que ha anunciado la intención de favorecer a las compañías que se lancen a asegurar estos fármacos. "Dentro de nuestro marco de actuación se adoptarán medidas encaminadas a la protección regulatoria de estos medicamentos, estimulando el interés de la industria farmacéutica nacional en la fabricación y comercialización de los mismos y promoviendo su autorización en España", dicen. Además, el organismo ha asegurado a El Economista que el 73,5% de los medicamentos del listado de fármacos esenciales "están autorizados para realizar alguna fase de fabricación en España".
Pero más allá de lo que puede hacer la Agencia, hay dos incentivos que el sector farmacéutico espera como agua de mayo. Por un lado, una reformulación del Plan Profarma del Ministerio de Industria. Aquí los pasos están claros y la administración ya ha manifestado la intención de ampliar los incentivos fiscales a aquellos que más contribuyan al proyecto de atraer fabricación de medicamentos al territorio nacional.
Sin embargo, hay más grises en el papel del Ministerio de Sanidad respecto a la protección económica que aplicarles a estos medicamentos. El sector lo tiene muy claro: crear excepciones frente al Sistema de Precios de Referencia que evite su depreciación anual y que Ingesa (el órgano contratador del Ministerio de Sanidad) garantice que esos fármacos no se van a quedar olvidados en almacenes sin nadie que los compre.
Para la primera de las medidas hay un vehículo legislativo en marcha que se puede utilizar. Se trata de la Ley de Equidad en la que trabaja Carolina Darias. En ese texto legislativo se podrían incluir las disposiciones necesarias que modificaran la gran ley del medicamento: la Ley de Garantías. Hasta el momento, que haya sabido este medio, no se ha trabajado en esta materia, pero sí que está la promesa de desplegar la Estrategia Farmacéutica (incluida en el Plan de Recuperación) y en ella estaba aumentar la fabricación en España.
El texto, en forma de anteproyecto, ya ha pasado por el Consejo Interterritorial de Salud, donde las comunidades autónomas han podido conocer los detalles incluidos hasta ahora. Junto a ese texto legislativo, hay un plan que se encuentra en la mesa de Carolina Darias parado desde hace tres años. Es una estrategia de fomento al medicamento genérico que no gustó a ningún sector de la industria. Por otro lado, el sector del genérico, a través de su presidenta, Mar Fábregas, también ha solicitado que marca y copia tengan un precio diferente.