
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 6 de Sevilla ha condenado esta semana al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 200.000 euros, más los interesas legales correspondientes, a una sevillana a la que se le tardó unos 13 meses en diagnosticarle un cáncer.
Sí, a pesar de acudir en varias ocasiones a su centro de salud con una sintomatología que evidenciaba una mala evolución. "La demora diagnóstica ha supuesto a la paciente un calvario terapéutico", ha reflejado de manera contundente la abogada de la asociación Defensora del Paciente, María Jesús Villalpando, a 'El País'.
Hechos
Al parecer, una mujer de 43 años, L.C.C., acudió el 19 de julio de 2017 a su centro de salud en Alcalá de Guadaira por un dolor en la espalda. Ante este panorama, su médico pidió una radiografía, que se llevó a cabo un día después, y cuyo resultado era ya patológico. Pero pasó desapercibido.
Aunque la joven siguió acudiendo de forma regular durante un año, con síntomas bastante agravados, no se le realizó una exploración física ni se valoró un estudio más profundo. Desgraciadamente, tampoco se tuvo en cuenta su historial, el cual reflejaba que tanto su abuela como una tía paterna habían tenido sarcoma.
Más detalles
El 9 de agosto de 2019, finalmente, fue a urgencias del Hospital Virgen de Valme, donde se le ejecutó un TAC que evidenció la existencia de un sarcoma. Desde los primeros síntomas, ya habían pasado 13 meses y había crecido hasta los 15 centímetros de diámetro.
Durante la operación, no se pudo extirpar toda la masa, quedando restos del tumor que 'obligaron' a realizar una segunda intervención en las costillas y vértebras. Tras ello, "no quedaron restos del tumor, pero sí una lesión metastásica del pulmón".
A tener en cuenta
En definitiva, la paciente ha tenido que someterse a numerosas operaciones, sufre importantes secuelas físicas y requiere quimioterapia paliativa de por vida. Entre otras cosas, el fallo judicial se queja contundentemente de la falta de atención y seguimiento en atención primaria, indicando que no se llegó a explorar físicamente a la paciente en 365 días.
Cabe destacar que la sentencia, ya firme después de no haber sido recurrida por el SAS ni por su aseguradora, considera que se dio una clara pérdida de oportunidad de curación, al evidenciar una mala praxis y no actuar con la diligencia debida desde atención primaria.