Las babosas y los caracoles, como bien todos sabemos, son animales que solemos ver en el suelo, sobre todo si ha llovido. Como las almejas o los calamares, son moluscos. Eso sí, presentan bastantes diferencias: no nadan, sino que se desplazan arrastrándose lentamente.
En profundidad
De ahí que sea muy importante conocer sus hábitos para saber cómo podemos tratarlos y cómo podemos evitar que dañen nuestro jardín. Y es que, pese a que puedan parecer inofensivos, estos pequeños intrusos pueden causar grandes daños en este espacio de la casa, puesto que se alimentan de hojas y tallos.
Por suerte, para aquellas personas que buscan cuidar sus plantas sin recurrir a químicos, existen varios métodos naturales para mantener a estos animales lo más alejados posibles de nuestro entorno. Y lo mejor, sin dejar de proteger el ecosistema y respetar el equilibrio natural.
Lista completa
Estos son:
- Ajo. Posee propiedades que ahuyentan a muchos insectos, incluyendo caracoles y babosas. Su olor y potencia ayudan a mantenerlos alejados por completo.
- Café molido. Actúa como un repelente eficaz debido a su fuerte olor. Tan solo hay que esparcir restos de café molido en las zonas del jardín que queremos proteger.
- Cáscaras de huevo. Elaboran una barrera física que estos animales encuentran desagradable. Hay que colocar trozos de cáscara alrededor de las plantas que queremos proteger.
- Plantas. Determinadas plantas como el romero, los geranios o la salvia funcionan como repelentes naturales de caracoles y babosas. Al plantarlas, mantendremos a raya estos insectos.
- Sal de grano. Hay que espolvorear una pequeña cantidad alrededor de nuestras plantas. Ahora bien, evitemos el exceso, puesto que puede dañar el suelo y afectar a las plantas.