
Todo el mundo conoce a alguien de su entorno que ha tenido miedo a no poder sacarse un anillo del dedo. Normal, claro está. Sobre todo en verano, época del año donde las piernas, los pies y las manos se hinchan con la subida de las temperaturas.
Y es que el calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten, que la sangre fluya más despacio y que lo haga hacia las manos o las piernas debido a la gravedad. Todo ello puede derivar en un pequeño quebradero de cabeza.
"Hay que tomar medidas"
Pero Miguel Assal, agente de emergencias SAMU del servicio de emergencias y protección civil, tiene la solución. Con más de dos millones de seguidores en redes sociales, el sanitario ha compartido un truco que puede salvarte de una situación crítica en la vida de una persona.
"Si un anillo está atascado hay que tomar medidas. Si lo dejas pasar, el dedo se irá hinchando cada vez más y esto hará que comience a restringir el flujo de sangre", ha explicado el experto. Se irá amoratando y el tejido se irá muriendo progresivamente.
Tal y como ha puntualizado, "de morado pasa a negro y ahí ya te has quedado sin dedo". En raras ocasiones, incluso, puede ocurrir que el anillo se incruste tanto que provoque una herida.
Al cicatrizar puede cubrir parte del anillo encapsulándolo bajo la piel. Algo que puede ocurrir y la única alternativa para retirarlo es con cirugía. Para evitar llegar a esto, que es una circunstancia límite, hay que tomar medidas.
Explicación
Su recomendación es la técnica del hilo dental. Lo primero que hay que hacer es cortar un buen trozo. Después, introducir uno de los extremos del hilo por debajo del anillo, enrollar lo introducido debajo del anillo hacia fuera alrededor del dedo y coger el hilo para desenrollarlo del dedo desde la zona interior.
A medida que se a retirando el hilo dental, el anillo se va deslizando hacia arriba. Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras, así que un vídeo, en este caso, explicará mejor el truco: