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Preguntan a tres agricultores cómo escoger la sandía más dulce y todos coinciden en la mejor manera

Sandía en rodajas | Firma: iStock

La sandía es una fruta refrescante y deliciosa, ideal para los calurosos días de verano. Sin embargo, no hay nada peor que cortar una sandía y descubrir que está harinosa o sin sabor. Para evitar este desafortunado escenario, es crucial aprender a seleccionar y almacenar adecuadamente las sandías.

La importancia del momento de compra

Dana Peters, inspectora de productos agrícolas y florales en Whole Foods Market, subraya la importancia de comprar sandías durante su temporada alta, que va desde el Día de los Caídos hasta el Día del Trabajo en Estados Unidos. Durante este periodo, las sandías son más dulces y jugosas, ya que están en su punto óptimo de madurez. Comprar fuera de temporada no solo puede ser más caro, sino que también es menos probable que encuentres una sandía de buena calidad.

Señales de una sandía madura

Una de las claves para elegir una buena sandía es la "mancha del campo", según Peters. Esta es la parte de la sandía que ha estado en contacto con el suelo mientras crecía. Una mancha de color amarillo cremoso o similar a la paja indica que la sandía está madura. Si la mancha es blanca o si no hay una mancha visible, es probable que la sandía no esté lista para ser consumida.

Jerrold Watson, copropietario de Watsonia Farms, y Lee Jones, fundador de The Chef's Garden, coinciden en que una sandía madura también debe sentirse pesada para su tamaño. Las sandías están compuestas en un 92% de agua, por lo que una sandía pesada es una señal de que está jugosa. Además, al golpearla o darle un pequeño golpecito, debería emitir un sonido profundo y hueco, lo que indica que está llena de agua y bien madura.

Otra característica a tener en cuenta es la forma y el estado de la cáscara. Las mejores sandías son simétricas y están libres de moretones, cortes y abolladuras. Los rayones leves son aceptables, pero cualquier signo de daño significativo podría indicar problemas internos.

Qué elegir una sandía

Es crucial evitar sandías que hayan estado expuestas a la luz solar directa o a altas temperaturas durante días. Las temperaturas superiores a los 24°C pueden acortar la vida útil de la fruta y, en casos extremos, hacer que exploten debido a la acumulación de gas en su interior. Además, una sandía con un aspecto brillante en lugar de mate puede no estar completamente madura.

Peters también advierte contra las sandías con un lado plano, ya que esto puede ser un indicativo de que fueron empacadas demasiado apretadas durante el transporte, lo que podría causar magulladuras internas.

Almacenamiento adecuado

Una vez que hayas seleccionado la sandía perfecta, es importante almacenarla correctamente para mantener su frescura. Las sandías enteras pueden mantenerse a temperatura ambiente, pero una vez cortadas, deben refrigerarse y consumirse dentro de los cinco días para evitar que se vuelvan harinosas o pierdan sabor.

Disfrutando la sandía

La manera más simple y efectiva de disfrutar una sandía es cortarla en rodajas o cubos y refrigerarla. Según Peters y Watson, la sandía sabe mejor cuando está bien fría. Lee Jones sugiere una ensalada de verano sencilla con sandía fresca, queso feta y albahaca, una combinación que realza el sabor dulce y jugoso de la fruta.

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