
Si algo destaca a los asiáticos es el poder que tienen para alcanzar la longevidad. No es un trabajo que logran de un día para otro. Detrás de esto hay un estilo de vida sana que va entre meditación, salud, deporte, estilo de trabajo y alimentación. Es sobre este último, que un estudio de 13 años evidencia el gran secreto de la dieta de los chinos para llegar a vivir 100 años.
Ante la búsqueda de la existencia eterna, parece que se ha llegado a la fórmula. "Un buen sistema de salud, alimentación saludable y deporte son varias de las claves para vivir más de 80 años", señalan los expertos. Pero, ¿cómo consigo el secreto de los centenarios? ¿Qué dietas es mejor?
En esta línea, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina, "Hábitos alimentarios, factores de estilo de vida y mortalidad entre los chinos de edad avanzada", se basó en la población china para dar respuesta a estas preguntas. El motivo de seleccionar esta población no fue al azar, ya que según los datos históricos, en China había 23 millones de personas de más de 80 años de edad en 2013.
El estudio, que tuvo una duración de 13 años (1998-2011), se basó en una muestra inicial de casi 9.000 personas de más de 80 años elegidas al azar de 22 de las 31 provincias de China, con una monitorización de los participantes cada dos o tres años mediante encuestas.
La fórmula de la "eterna existencia"
Entre las principales conclusiones, esta investigación evidenció que la dieta y el estilo de vida estaban relacionados con la mortalidad de los ciudadanos chinos de 80 años o más.
En lo que refiere a los hábitos alimenticios, el consumo habitual de frutas y verduras frescas reducen el riesgo de mortalidad, al contrario que las verduras conservadas en sal, que la aumentan.
Uno de los mayores alimentos que consume esta población asiática, que son el trigo y el arroz, no tuvieron mayor impacto en la mortalidad de los ciudadanos chinos. Al contrario que la proteína, que sí parecía un factor que aumentase la mortalidad.
Por último, el ejercicio físico y la actividad diaria también resultaron beneficiosos a la hora de vivir más años, algo en lo que coinciden otros estudios también basados en la "existencia eterna".