El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la Unión Europea ha notificado la presencia de residuos de clorpirifos por encima de los límites máximos permitidos en melones procedentes de Marruecos.
El clorpirifos es un insecticida ampliamente empleado para combatir plagas de insectos o gusanos. Sin embargo, en agosto de 2019 la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que el insecticida no era apto para el uso en productos destinados al consumo humano, por lo que desde enero de 2020 su uso no está permitido en el entorno europeo. Del mismo modo, tampoco se permite la venta de productos procedentes de países terceros que hayan empleado dicho insecticida.
Al detectar que una partida de melones de Marruecos contenía este plaguicida y que trataba de entrar al espacio europeo por España, el RASFF restringió su distribución y notificó a los dos países involucrados.
Cabe señalar que esta notificación no va dirigida a la ciudadanía, ya que los melones en cuestión no han entrado al país ni se han distribuido, sino que el aviso se dirige a las autoridades implicadas.
