
Aunque no lo parezcan, hay gestos cotidianos que pueden revelar aspectos de nuestra forma de ser. Uno de ellos sucede cuando en restaurantes, bares y locales un cliente recoge su plato, junta todos los cubiertos o deja la mesa prácticamente ordenada después de comer.
En la mayoría de ocasiones, no recibe nada a cambio, solo la satisfacción personal de haber llevado a cabo un buen acto. Ahora bien, este comportamiento puede ser una señal de lo que en psicología se conoce como conducta prosocial, acciones cuyo objetivo principal es ayudar a otros, sin esperar una recompensa.
En profundidad
De acuerdo a la información proporcionada por el periodista Lachlan Brown, experto en relaciones humanas, aquellos que ayudan a los camareros suelen mostrar bastante empatía y conciencia social. Y no debe pasar desapercibido, ya que indica una capacidad para entender y compartir los sentimientos de los demás.
Al igual que, claro está, una atención al impacto de sus acciones en el entorno. Ayudar a recoger la mesa, por ejemplo, sobre todo a los camareros más jóvenes o que acaban de empezar su andadura laboral -conocidos de mozos en lugares- puede interpretarse como una señal de humildad y reconocimiento del trabajo de todos ellos.
Más detalles
Por si fuera poco, estos gestos también evidencian respeto hacia quienes desempeñan trabajos infravalorados en muchos contextos. Es decir, se trata de un tipo de comportamiento que ayuda al sector tanto a corto como a largo plazo a construir una sociedad más solidaria y conectada.
La proactividad es otro rasgos que se vincula estrechamente con este tipo de actitud. En vez de esperar una indicación, estas personas detectan una necesidad y actúan. Es un modo sencillo, pero efectivo, de demostrar conciencia social y espíritu de cooperación.