El hábito que muchos creen que es correcto pero que puede tener graves efectos en la salud

Una de las concepciones más habituales es que las personas exitosas lo son porque llevan a cabo varias tareas a la vez, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Hoy en día numerosos estudios concluyen que focalizarse en una sola tarea y evitar distracciones puede ser clave para un mejor rendimiento.

No obstante, esto en ocasiones resulta complejo, puesto que hoy en día existe una gran tendencia a la productividad constante como objetivo, considerando que se tiene más éxito si se hace el máximo número de tareas en el menor tiempo, con el fin de no desperdiciar ni un minuto.

Así, ha quedado lejos el llevar a cabo una sola tarea durante un periodo concreto, de ahí que sea habitual hacer ejercicio mientras se ve una serie, cocinar escuchando un pódcast, leer un libro en cualquier momento en los que se tenga que esperar, contestar mensajes del teléfono mientras el semáforo está en rojo… Aunque a simple vista esto nos haga ver auténticos "superhéroes", la realidad es que puede tener graves efectos físicos y psicológicos.

El detonante del estrés

Numerosos estudios concluyen que la realización de una gran carga de tareas a lo largo del día puede conllevar un gran estrés. Si bien, aunque esta emoción surge ante una amenaza, en este caso el detonante sería una combinación de conocimientos, emociones y conductas asociadas con cada una de las tareas que se realizan.

El uso de pantallas y dispositivos digitales en general es una de las principales causas que produce estar constantemente en un ambiente de "multitarea", puesto que nos mantiene casi todo el tiempo conectados, desviando constantemente nuestra atención. Esto hace que el cerebro se deteriore, reduciendo la velocidad de procesamiento y reacción, e incrementando el número de fallos que se cometen, según algunos estudios.

Por esta razón, los expertos recomiendan ser conscientes de estos efectos y procurar no "sobrecargarnos" con demasiadas tareas. En este sentido, la planificación resulta clave, así como repensar las ideas que tenemos sobre la autorrealización, las expectativas sociales, la exigencia, la autoestima y el concepto que tenemos sobre nosotros mismos.