Salud Bienestar

La ciencia revela que este superalimento es la clave para prevenir la enfermedad del hígado graso

Quinoa

Una nueva investigación, liderada por el Instituto IMDEA Alimentación, la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y el CSIC, ha revelado que los ingredientes de la quinoa pueden ser claves para prevenir enfermedades metabólicas crónicas. El estudio ha demostrado que esta semilla no solo previene los desequilibrios metabólicos, sino que también tiene la capacidad de reprogramar el sistema inmunológico para proteger el hígado y contrarrestar la disfunción hepática.

El doctor Moisés Laparra, uno de los principales investigadores, destaca que la quinoa es un claro ejemplo de cómo los alimentos funcionales pueden ser herramientas inmunonutricionales. "Ciertos compuestos presentes en esta semilla no solo previenen desequilibrios metabólicos, sino que también pueden influenciar la expansión selectiva de efectores celulares del sistema inmune innato", afirma.

La ciencia detrás de la semilla

El estudio se ha centrado en dos componentes específicos de la quinoa: una fracción proteica de bajo peso molecular (PBPM) y un extracto lipídico (qLF). Estos compuestos, según la investigación, son los responsables de sus efectos inmunonutricionales. Su acción previene los desequilibrios inducidos por una dieta alta en grasas, lo que es crucial en la prevención de enfermedades como el hígado graso.

La doctora Aurora García Tejedor, de la VIU, explica que la inmunonutrición está transformando la forma en la que entendemos la influencia de la dieta en la prevención de enfermedades. "Ingredientes bioactivos de la quinoa han mostrado una capacidad única para modular funciones hepáticas e inmunitarias, algo impensable hace solo unos años", señala. La investigación, de hecho, ha identificado que los componentes de la quinoa promueven el aumento de macrófagos hepáticos, actores clave en la regulación del control del almacenamiento de energía y la acumulación de grasa.

Cómo incluir en la dieta

Los investigadores señalan que una forma de aprovechar estos beneficios es incluir harina de quinoa en la elaboración de alimentos comunes, como el pan. Sin embargo, los datos del estudio indican que los beneficios más notables provienen de las fracciones proteicas específicas. Esto, según los autores, subraya la necesidad de diseñar alimentos funcionales más dirigidos para obtener el máximo provecho de las propiedades de la quinoa.

El estudio refuerza el concepto de alimentación de precisión, donde importa no solo lo que comemos, sino cómo determinados compuestos interactúan con nuestra fisiología para prevenir enfermedades que, como el hígado graso, afectan a una gran parte de la población mundial.

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