
Que en España se consumen cada vez menos legumbres no es una novedad a día de hoy. Es más, la ingesta ha disminuido considerablemente -casi un 70%- en las últimas décadas, a pesar de ser un alimento que aporta beneficios nutricionales y en la microbiota a cualquier edad.
Por si esto fuera poco, es un plato que puede estar listo con antelación y conservarse en la nevera durante un par de días, lo cual es muy positivo de cara al periodo veraniego y las altas temperaturas que se prevén en buena parte del país durante los meses de julio y agosto.
En profundidad
"El frío hará que parte del almidón que contienen las legumbres cambie su configuración a almidón resistente. Esta molécula favorece el mantenimiento de una microbiota saludable", ha señalado a 'Europa Press' el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), Jesús Román Martínez.
Sin embargo, el especialista en nutrición ha declarado que para conseguir una mejora en las bacterias intestinales y que se mantenga a largo plazo no es suficiente con ingerir un solo plato de legumbres, sino que se debe seguir a rajatabla cada día una dieta mediterránea.
Más detalles
Claro está, compuesta también de frutas, verduras, cereales, frutos secos, aceite de oliva, huevos y lácteos. Para adultos muy sanos, en este tipo de dieta se incluye la ingesta opcional y moderada de bebidas fermentadas, como la cerveza, siempre que se haga acompañada de otros alimentos.
En este sentido, el presidente del Comité Científico de SEDCA ha recordado que la cerveza, que aporta algunas vitaminas y minerales como el ácido fólico y el silicio, debe consumirse siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta: para mujeres (200-300 ml/día) y para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos.