Las patatas no pueden faltar en ningún hogar y es que, más allá de su sabor delicioso, destacan por ser uno de los alimentos más versátiles que podemos encontrar en la cocina. Asadas, fritas, en puré, cocidas... Hay quienes afirman que existen más de mil formas de cocinarlas. Ahora bien, más allá de su interesante punto de vista gastronómico, también podemos aprovechar sus beneficios, como sus propiedades antiinflamatorias.
Sandra Moñino, nutricionista ha logrado hacerse un hueco también en el mundo de la comunicación a base de esfuerzo y constancia. La prueba está en sus perfiles, que casi rozan el millón de seguidores. Y ella lo tiene claro, lejos de los mitos y los estereotipos que rodean a la patata, no hay que excluirla de la dieta, sino saber bien cómo debemos de cocinarla para aprovechar sus propiedades antiinflamatorias.
Incluso, también recuerda que la patata y el boniato pueden ser el alimento perfecto para las bacterias del colon: "Si la asamos y la comemos al día siguiente, el almidón se convierte en resistente y es perfecto para nuestro colon. Estas bacterias producen ácido butírico, que es un antiinflamatorio natural", explica.
Para ello, lo mejor de todo es que no necesitamos una larga lista de ingredientes adicionales ni seguir el paso a paso de un proceso tedioso y complicado. Con un par de especias, un chorrito de aceite y la ayuda de un buen cuchillo y el horno nos bastará.
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Una receta antiinflamatoria
Ingredientes:
- Patatas
- Cúrcuma
- Pimienta
- Jengibre
- Un chorrito de aceite de oliva
Preparación:
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Trocea y lamina las patatas en el mismo tamaño. Es un paso muy importante. Hazlo como si fueras a hacer patatas fritas.
- Coloca las patatas sobre una bandeja apta para horno y espolvorea cúrcuma, pimienta y jengibre.
- Añade también un chorrito de aceite
- Hornea a 230ºC con calor arriba y abajo durante 15 minutos
