El plátano, como bien todos sabemos, se ha convertido en un alimento básico en la dieta de numerosas personas en todo el mundo. Normal, claro está. Y es que se puede comer en diversas formas, utilizándose en batidos, ensaladas y postres, pero también pudiéndose hornear o freír.
Propiedades
Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Controla el peso. Promueve la disminución del apetito, puesto que es rico en fibras que incrementan el tiempo de digestión de los alimentos. Consumida con moderación, eso sí, y acompañada de una dieta saludable.
- Previene los calambres musculares. Tiene un alto contenido de potasio y magnesio, minerales esenciales para la conducción eléctrica, contracción y recuperación muscular.
- Mejora la salud mental. Contiene triptófano, un aminoácido que participa en la formación de hormonas que mejoran el humor y ayudan a relajar.
- Previene el envejecimiento prematuro. Es rica en vitamina C, que favorece la formación de colágeno en el cuerpo y ayuda a prevenir el envejecimiento celular de la piel.
- Mejora el metabolismo. Está llena de nutrientes y aporta vitaminas del complejo B6, las cuales son vitales para el buen funcionamiento metabólico, debido a que participan en multitud de reacciones químicas para que la energía producida de los alimentos pueda ser utilizada por todas las células del cuerpo.
- Regula el intestino. Esto se debe a que es rica en fibras que ayudan a aliviar el estreñimiento, especialmente cuando se consume bien maduro.
A tener en cuenta
Con todo ello, la realidad es que son muchos los españoles y españolas que consumen a diario esta fruta. Lejos de ser por la mañana o por la noche, se está volviendo una costumbre hacerlo por la tarde, como merienda para todas las edades por su aporte nutricional y su facilidad en todos los sentidos.
¿Y cuáles son los efectos en los riñones de este hábito? Pues bien, por un lado el potasio ayuda a estimular la producción de orina, lo que puede ser útil para la función renal en personas con riñones sanos. También, contribuye al buen funcionamiento de los riñones.
En cambio, en personas con problemas renales el exceso de potasio puede acumularse en la sangre, lo que puede causar hiperpotasemia. La cual, claro está, puede ser peligrosa, especialmente en personas con enfermedades cardiacas, y puede causar arritmias, debilidad muscular o incluso la muerte.
