Salud Bienestar

Sonia Lucena, nutricionista: "Desayunar huevos o yogur disminuye la grelina y reduce mucho los antojos"

Una familia desayuna al completo por la mañana. Fuente: Canva.

Casi con total seguridad, todos hemos sentido alguna vez un antojo llamativo por un dulce o un hambre bastante grande antes de cenar. Y es algo completamente normal. De hecho, es probable que hayamos sido víctima de la grelina, conocida como la hormona del hambre porque aumenta los niveles antes de comer y disminuye después.

Esto, claro está, impulsa la sensación de hambre y la ingesta de alimentos. Producida principalmente en el estómago, cabe destacar que juega un papel determinante en la regulación del apetito y el equilibrio energético. De ahí que comprender a la perfección su funcionamiento puede ayudarnos a controlar los antojos y mantener una dieta equilibrada.

Función

Como bien todos sabemos, cumple diversas funciones en el cuerpo humano:

  • Regulación del apetito. Estimula el centro del hambre en el hipotálamo, incrementando la ingesta de alimentos.
  • Secreción de la hormona del crecimiento (GH). Actúa en la glándula pituitaria para promover la liberación de GH.
  • Regulación metabólica. Participa en el almacenamiento de grasa y en la utilización de energía.
  • Función cardiovascular. Influye en la presión arterial y la función cardíaca.

A tener en cuenta

Por suerte, hay maneras de gestionar la grelina y evitar que controle nuestros hábitos alimenticios. Más concretamente, existen cuatro estrategias que nos ayudarán a mantener a raya esta hormona, según ha manifestado la nutricionista Sonia Lucena en 'Telva':

  1. Desayunar proteínas. No solo nos ayudará a sentirnos llenos por más tiempo, sino que también reduce considerablemente los niveles de grelina a lo largo del día. Podemos optar por alimentos como huevos, yogur o batidos de proteínas para comenzar el día, acompañados de hidratos y grasas saludables.
  2. Mantener una rutina de comidas regulares. Es decir, comer de modo regular y a intervalos predecibles ayuda a que nuestros niveles de grelina se mantengan estables. Debemos intentar hacer, al menos, tres comidas completas y equilibradas al día.
  3. Dormir lo suficiente. Es crucial dormir entre 7 y 9 horas para mantener la grelina bajo control. Establecer una rutina mejorará nuestra energía y nos permitirá tener un control sobre nuestro apetito.
  4. Gestionar el estrés. La meditación, el yoga o dar paseos al aire libre puede ayudarnos a reducir la producción de esta hormona.
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