Las naranjas, como bien todos sabemos, son una de las frutas más consumidas y queridas en el mundo. De hecho, se trata de la fruta cítrica más cultivada. Puede tomarse sola tanto en postres, como en desayunos, medias mañanas (brunch o en el trabajo) o meriendas.
Propiedades
Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Ayuda a bajar de peso. Es rica en fibras y agua que ayudan a tener la sensación de saciedad por más tiempo, reduciendo el apetito.
- Previene la anemia. Al ser rica en vitamina C y ácido cítrico, ayuda a mantener la absorción del hierro de los alimentos, un mineral esencial para la formación de hemoglobina.
- Retarda el envejecimiento. Esto se debe a su riqueza en betacaroteno, vitamina A y C, que son antioxidantes y antiinflamatorios que ayudan a combatir los radicales libres que causan el envejecimiento de la piel.
- Protege contra enfermedades cardiovasculares. Sus fibras, principalmente la pectina, ayudan a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, que son los responsables de la formación de placas de grasas en las arterias.
- Control de la presión alta. Contiene grandes cantidades de potasio, un mineral que ayuda a aumentar la relajación de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre circule con mayor facilidad.
- Mantiene los huesos saludables. Posee calcio, fósforo y magnesio, minerales esenciales para fortalecer, aumentar la resistencia y la densidad ósea.
A tener en cuenta
Por lo general, se puede consumir fresca, en forma de jugo o añadida a recetas de pasteles, mermeladas y postres. Eso sí, su cáscara también es rica en antioxidantes y mejora la digestión, pudiendo ser empleada para la elaboración de tés o en la forma de ralladuras añadidas a recetas.
De ahí que muchos españoles y españolas que la consumen a diario -sobre todo para desayunar- se pregunten cuál es el efecto que tiene sobre los riñones. Pues bien, principalmente ayuda a regular la presión arterial y facilita la eliminación de desechos del organismo a través de la orina.
Pero esto no es todo. También ayuda a prevenir la formación de piedras en los riñones. Gracias a su contenido de citrato, las naranjas pueden ser una excelente opción para mantener estos órganos saludables. De igual forma, contienen una cantidad considerable de antioxidantes que protegen las células del cuerpo, incluidos los riñones.
Por tanto, el consumo de naranjas ricas en potasio puede ser beneficioso para los riñones, puesto que ayuda a mantener su funcionamiento adecuado. No obstante, hay que tener en cuenta que un exceso de potasio puede ser contraproducente, en especial en personas con problemas renales. ¿El motivo? Está claro: los riñones pueden tener dificultades para eliminar el exceso de este mineral.
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