
Mientras que en el año 2000 el consumo medio de pan en nuestro gran país era de unos 50 kilos por persona, en 2022 había descendido hasta alcanzar los 27,94 kilos, según los datos de consumo alimentario elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
En cuanto a las razones que podrían explicar este fenómeno, conviene señalar el bulo de las dietas que dicen que sí engorda el pan y una mala comunicación por parte de los médicos. O al menos eso es lo que aseguró públicamente el presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y afines (Ceoppan), Eduardo Villar.
Propiedades
De hecho, numerosos nutricionistas recomiendan consumir al menos una ración diaria debido a sus múltiples beneficios:
- Previene las enfermedades cardiovasculares. Reduce los niveles del colesterol malo y previene de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas por su contenido en proteína vegetal.
- Previene la aparición de diabetes. Hace que disminuya la concentración y demanda de insulina.
- Aporta la energía necesaria para la jornada. Su alto contenido en hidratos de carbono lo hace un alimento muy energético, ideal para empezar la jornada con vitalidad.
- Favorece una buena digestión. Tiene un alto contenido en fibra, lo que es perfecto para mejorar el tránsito intestinal y tener una buena digestión.
- Aporta vitaminas. Es saludable y aporta vitaminas como el hierro, potasio, magnesio, ácido fólico y vitaminas B2 y B6.
A tener en cuenta
Para evitar que se eche a perder o para disponer de él en cualquier momento, congelar el pan es una práctica muy común en varios hogares. Ahora bien, este simple gesto puede modificar sus propiedades, según ha manifestado en Instagram la doctora Karen Alarcón Fuentes, gastroenteróloga y endocopista.
"Si tú congelas todo el pan y luego sacas una rebanada para calentarla, bien sea en la sartén o en el tostador, gran parte del carbohidrato del pan va a convertirse en fibra prebiótica", ha revelado la experta. Esta modificación en la composición del pan tiene importantes beneficios para la salud intestinal.
Y es que no solo beneficia tu microbiota, sino que también va a regular tu glucosa en sangre. Por si fuera poco, ha destacado cómo el efecto del calor ayuda a mejorar la digestión del pan. "El almidón por efecto del calor se digiere mejor, así que casi seguro tendrás menos molestias de distensión abdominal y gases", ha concluido Alarcón Fuentes.