El plátano, como bien todos sabemos, es una de las frutas tropicales más cultivadas a nivel mundial. Es más, siempre forman parte (o deberían, por lo menos) gracias a los nutricionistas y expertos en salud de un régimen alimenticio que, además, sea variado y equilibrado.
Origen
Aunque en los últimos años se ha mencionado América Central como el lugar de origen de este alimento, la mayoría de los autores coinciden en que esta fruta es originaria del sudeste Asiático, en concreto de la India. Después de la conquista de los árabes en el año 650 d.C, fue conocida en el Mediterráneo.
A Canarias, la especie llegó en el siglo XV y, desde allí, fue llevada hasta América en el año 1516. Desde ese momento, existen numerosas especies, ahora bien, las más conocidas son: pequeño, enano, grande, plátano de Canarias, plátano macho, rojo y gigante.
Propiedades
Entre los beneficios de esta fruta, cabe destacar los siguientes:
- Ideal para deportistas. Es uno de los mejores recuperadores físicos naturales que existen, especialmente para todos los deportistas de alto rendimiento o entrenamientos exigentes.
- Ayuda a prevenir enfermedades cardíacas. Combina tres nutrientes fundamentales (potasio, fibra y antioxidantes). A su vez, es rico en carotenos, vitaminas C y E.
- Evita la anemia. Favorece la producción de hemoglobina y el mantenimiento de unos niveles adecuados de hierro en sangre.
- Mejora la salud mental. Contiene triptófano, un aminoácido que participa en la formación de hormonas que mejoran el humor y ayudan a relajar.
- Previene el envejecimiento prematuro. Es rico en vitamina C, que favorece la formación de colágeno en el cuerpo.
- Ayuda a controlar el colesterol. Sí, gracias a su aporte de fibras y a su contenido de potasio.
A tener en cuenta
Ante este panorama, son muchos los españoles y españolas que se preguntan en la actualidad cuáles son los efectos en el intestino de comer plátanos todos los días. Para ello, es conveniente saber que este alimento aporta de media 2,5 gramos de fibra por cada 100 gramos.
Y es que la fibra facilita el tránsito intestinal, aumenta el volumen de las heces, regula la absorción de algunos nutrientes y facilita el asentamiento de la microbiota, entre otras muchas funciones.