
La resaca, como bien todos sabemos, es un conjunto de síntomas que ocurren como consecuencia de beber demasiado. Por lo general, los más habituales son dolor de cabeza, sed, vértigo, dolores musculares, náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido, irritabilidad, sudoración y aumento de la presión arterial.
Eso sí, la resaca depende bastante de cada persona. Para algunas personas, con tan solo un trago de alcohol es suficiente. Ahora bien, ciertos individuos pueden beber mucho y no tener resaca. Casi con total seguridad, cuanto más alcohol tomes, mayor es la probabilidad de presentar esta sintomatología al día siguiente.
Explicación
Sin embargo, no hay una manera sencilla de saber cuánto alcohol se puede tener para evitar tener resaca al próximo día. Lo que sí es cierto es que hay determinados alimentos que pueden ser de gran ayuda. Entre ellos, el queso destaca por encima del resto.
Al parecer, los probióticos en los quesos mejoran el metabolismo del alcohol y protegen en cierto grado de los daños que provoca en el hígado, como la acumulación de grasa que puede derivar en la enfermedad llamada hígado graso, según un estudio.
"Al comer queso antes o mientras bebes, el alcohol tarda más en llegar al torrente sanguíneo, puesto que el estómago está ocupado digiriendo los alimentos", han revelado los protagonistas de la investigación, la cual se ha viralizado en los últimos días.
Más detalles
Liderado por Jong-Hwa Kim, del Departamento de Microbiología de la Universidad de Medicina Chung-Ang (Corea), se han examinado los efectos beneficiosos que tenían las bacterias Lactococcus lactis LB1022 y Lactipantibacillus plantarum LB1418.
Gracias a esta labor, han descubierto que el queso contiene vitaminas como la B12 y minerales como el calcio, que ayudan al cuerpo a mantenerse muy equilibrado durante la deshidratación causada por el alcohol. También, estabiliza el azúcar en sangre.