
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, en la actualidad, que las personas adultas lleven a cabo entre 150 y 300 minutos de una actividad física aeróbica moderada cada semana o entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica intensa semanal.
Además, aconseja hacer algunos ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana. Y, en el caso de las personas mayores de 65 años, incluir también ejercicios que ayuden a mejorar considerablemente el equilibrio. Con estas recomendaciones, se podrían evitar cinco millones de muertes cada año en el mundo.
En detalle
Pero eso no es todo. Un nuevo estudio publicado en la revista especializada British Journal of Sports Medicine ha encontrado que un incremento de la actividad física en el día a día -equivalente a un paseo diario-, en los mayores de 40 años, podría aumentar la esperanza de vida.
Para llegar a esta gran conclusión, se ha usado un modelo predictivo basado en datos de salud a nivel nacional de Estados Unidos, junto con información del censo. De esta manera, han encontrado que el cuartil de la población más activa a nivel físico ha generado el equivalente a 160 minutos caminando a casi cinco kilómetros por hora cada día.
A tener en cuenta
Además, el modelo ha arrojado que los miembros menos activos de la sociedad, si han alcanzado ese nivel de actividad, podrían añadir hasta 11 años al total de su esperanza de vida media. En personas con niveles de ejercicio físico más típicos, esa prolongación de la longevidad ha alcanzado al menos los cinco años de media.
Pese a que se trata de un estudio observacional que no aporta información sobre posibles relaciones de causalidad, sí que se trata de una nueva evidencia relevante sobre la relación entre la actividad física a diario y la longevidad.