
Terminar de hacer ejercicio es una sensación indescriptible. Sí, al igual que beber agua tras haber realizado un esfuerzo físico considerable y haber conseguido tus objetivos personales. Ahora bien, lo que casi nadie sabe es que comer es casi igual de importante.
Y es que el ejercicio se ha llevado por delante un gran porcentaje -por no decir un 75%- de tus reservas de energía. "De cara a mejorar tu rendimiento, lo que comes tras una dura sesión de entrenamiento es tan importante, sino más, que lo que has comido antes", ha señalado Angie Asche, especialista en Dietética y Ciencias del Deporte en 'WeLife'.
Particularidades
Aunque no tengas nada de hambre, la realidad es que la práctica de ejercicio tiene dos efectos directos sobre tu apetito. En primer lugar, reduce los niveles de la hormona encargada de promoverlo, la grelina. En segundo lugar, incrementa los de la hormona responsable de suprimirlo y hacer que nos sintamos saciados.
Al parecer, el causante de que no te apetezca comer es el ácido láctico o lactato, el producto de deshecho resultante de la descomposición de la glucosa por el organismo para generar energía en condiciones en las que el oxígeno no es demasiado abundante.
Más detalles
Por ejemplo, cuando has excedido tus límites con un ejercicio. La fatiga, por lo general, viene acompañada de una ausencia de apetito. Ahora bien, es cierto que influye bastante que hayas tomado alimentos o no antes de ponerte en marcha, según un estudio de la Universidad Udulag en Bursa.
Ante este panorama, conviene señalar que debes reponer tus reservas de energía. Es decir, llenarlas de combustible que faciliten el crecimiento y recuperación de tus músculos. De manera que, cuando practiques ejercicio intenso, tu cuerpo acabará tirando de la glucosa almacenada en forma de glucógeno.
Y como éste se agote, no tendrás de dónde tirar en tu próxima sesión de entrenamiento. Así que, comer después de hacer ejercicio, es más determinante de lo que muchas personas creen en las redes sociales. Como mínimo, tu cuerpo necesita 25 gramos de proteína para las metas citadas anteriormente.