
Los alimentos que contienen omega 3, vitamina K y ácido fólico contribuyen a mejorar la memoria y favorecen el desarrollo del sistema nervioso. Incluirlos en la alimentación ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Al pensar en estos nutrientes se viene a la cabeza el pescado y la espinaca, pero existe un alimento que puede presumir de ser una fuente de ellos: la remolacha. Es un producto rico en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
La remolacha se puede comer cocida en ensaladas, hummus, zumos y como guarnición, puré o sopa. Se puede elaborar rallada, en salsa o en aderezos.
La remolacha favorece el flujo sanguíneo en determinadas áreas del cerebro, lo que optimiza su funcionamiento. Se ha comprobado que estimula las funciones cognitivas y mejora la capacidad para tomar decisiones de manera rápida.
Un estudio reveló que combinar ejercicio con zumo de remolacha aumenta la conectividad en las zonas cerebrales que controlan el movimiento, ayudando a mantener el cerebro más ágil y joven. También activa las funciones del lóbulo frontal, que está relacionado con la memoria y la toma de decisiones.
Otros beneficios de la remolacha
- Las betalaínas son los compuestos naturales responsables del color rojizo oscuro de la remolacha. Estas poseen potentes propiedades antioxidantes y, según una investigación realizada en Italia, tienen la capacidad de destruir células de cáncer de colon.
- La remolacha es rica en nitratos, los cuales, cuando provienen de fuentes vegetales naturales, son beneficiosos para la salud. Las bacterias presentes en la boca transforman los nitratos en nitritos, que luego se convierten en óxido nítrico, lo que incrementa el flujo sanguíneo hacia diversos órganos, mejorando la oxigenación de los tejidos.
- Consumir zumo de remolacha de forma diaria puede tener efectos positivos sobre la presión arterial, lo que reduce el riesgo de sufrir un derrame cerebral, infartos, ataques al corazón y otros problemas cardiovasculares.
- El consumo de remolacha puede ayudarte a mejorar tu rendimiento al correr. Un estudio de 2009 demostró que beber zumo de remolacha incrementa la resistencia física en actividades de alta intensidad hasta en un 16%. Según una investigación de 2012, los participantes que consumieron remolacha corrieron un 5% más rápido en los últimos 1,8 km de una carrera de 5 kilómetros, en comparación con aquellos que no la habían consumido.