
Llevar una dieta equilibrada es muy importante para combatir el sobrepeso y la obesidad, así como otras patologías que cada vez tienen más incidencia en la sociedad actual. Y es que no se trata de seguir una dieta muy estricta, sino de aportar al organismo todos los nutrientes que necesita para ejercer sus funciones vitales.
En el caso de los seres humanos, la alimentación está condicionada por factores culturales, geográficos, climáticos, sociales y económicos. Y, claro está, por los propios gustos individuales, un factor que a menudo pasa desapercibido pero que es el más determinante.
En profundidad
Por lo general, es importante que sea suficiente en:
- Hidratos de carbono de absorción lenta, puesto que son nuestra principal fuente de energía.
- Proteínas para la síntesis de tejidos, hormonas y enzimas.
- Grasas, necesarias para el buen estado de las membranas celulares, para almacenar energía...
- Fibra para regular el tránsito intestinal y cuidar la flora bacteriana.
Más detalles
Todos estos nutrientes, como es lógico, deben provenir del consumo de alimentos saludables: verduras, hortalizas, frutas, tubérculos, legumbres, cereales integrales, huevos, pescado, frutos secos, carnes blancas y, en un menor grado, carnes rojas.
En paralelo, Ramón de Cangas, nutricionista y doctor en Biología Funcional y Molecular, ha revelado en 'Cope' que las setas representan una joya culinaria y que deberían incluirse en cualquier dieta, a menos que tengas alergias a ellas.
"Las setas son interesantes porque tienen un bajo contenido calórico y son ideales para dietas de control de peso. Además, son ricas en minerales como el selenio, en vitaminas del grupo B y contienen sustancias bioactivas, como los betaglucanos, que actúan como prebióticos y ayudan a reforzar el sistema inmunitario", ha explicado el experto al citado medio.
Recomendaciones
Por el contrario, debemos evitar o consumir esporádicamente productos procesados como precocinados, batidos, zumos envasados, bebidas alcohólicas, embutidos, snacks, helados, patatas fritas, galletas, crepes, bollería, gofres, chocolate, refrescos, cereales de desayuno, frutos secos fritos y salados, etc.