Más allá de las infusiones clásicas, como por ejemplo las de melisa, tomillo o té negro, se pueden llevar a cabo una cantidad de líquidos infusionados que proporcionan a nuestro organismo una multitud de beneficios. Una de ellas es la infusión de manzanilla con anís.
En detalle
Se trata de un preparado que mejorará nuestro cuerpo por completo, sobre todo, si la tomamos después de las comidas. Y es tanto el anís como la manzanilla son conocidos en muchas culturas por sus propiedades digestivas.
Por un lado, la manzanilla ayuda a calmar el sistema digestivo, alivia los gases y la hinchazón y reduce la acidez estomacal y, por su parte, el anís estimula la producción de enzimas digestivas, lo que facilita la digestión de los alimentos.
Propiedades
Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes:
- Reduce la inflamación en el tracto gastrointestinal. Esto se debe a que la manzanilla contiene compuestos antiinflamatorios.
- Propiedades relajantes. Tiene propiedades tranquilizantes que relaja el cuerpo y reduce positivamente la ansiedad.
- Alivia malestares menstruales. Ayuda a calmar los dolores relacionados con la menstruación porque tiene atributos antiinflamatorios y antiespasmódicos.
- Aporta beneficios para el sistema digestivo. Ayuda a tratar los problemas de indigestión o malestares por comer demasiado deprisa.
- Ayuda a prevenir infecciones urinarias. Además, con su poder diurético aumentará la cantidad de orina y esto nos ayudará a reducir la sensación de escozor.
Preparación
La preparación es muy sencilla. Basta con poner agua a punto de hervir sobre una cucharada de flores de manzanillas secas y una cucharada de semillas de anís. Después, debes tapar el recipiente y dejar infusionar durante diez minutos para que los sabores se mezclen.
Para concluir, cuela el líquido y añade algún endulzante natural o unas gotas de limón para darle un toque especial a esta bebida. Con esta información, podrás incorporarla en tu rutina diaria y experimentar sus efectos positivos.