
Muchos de los alimentos que ingerimos en nuestra vida cotidiana los comemos sin pensar demasiado en las posibles consecuencias o efectos adversos que su ingesta puede provocar. Nos sentimos seguros, y así debería ser siempre, pero en ocasiones somos imprudentes en el consumo de ciertos productos.
Es una opinión que comparten especialmente las personas con estudios especializados en asuntos tan variados como la nutrición, medicina...o microbiología. Este último es un campo interesante, ya que no sabemos muy bien cómo alimentos que parecen saludables a simple vista pueden resultar, sin embargo, perjudiciales para nuestro organismo por la existencia de gérmenes o bacterias.
La microbióloga Primrose Freestone, de la Universidad de Leicester (Reino Unido), ha publicado en The Conversation un pequeño artículo en el que muestra cuáles son los alimentos que evita en su vida diaria. Freestone admite que, en su condición de microbióloga, es "más consciente que la mayoría del riesgo de infecciones alimentarias" y que, por eso, presta atención a los siguientes alimentos.
Las ensaladas de bolsa
Freestone ha estudiado durante los años los gérmenes que contienen estas bolsas, que se venden en todos los supermercados y asegura que son un perfecto caldo de cultivo para la E. coli, Salmonella y Listeria.
La microbióloga explica que "estos patógenos crecen más de mil veces mejor cuando se les administra el jugo de las hojas de ensalada, incluso si la bolsa de ensalada está refrigerada".
Con todo, lanza un mensaje de tranquilidad y da consejos para el consumo de este alimento: mantenerlo todo el tiempo refrigerado, consumirlo lo más rápido posible después de su compra y lavar la lechuga antes de consumirla, algo que no siempre se hace.
Las ostras
La experta explica que la principal razón para evitarlas es que estos moluscos se alimentan por filtración, mecanismo con el que pueden transferir gérmenes como el norovirus o el Vibrio (este último, responsable de 80.000 infecciones anuales en EEUU solo desde ostras crudas).
Freestone advierte de que esto es igualmente aplicable a cualquier tipo de marisco crudo, por lo que lo más recomendable es consumir solo marisco cocido, ya que "el calor mata eficazmente los gérmenes nocivos".
El arroz cocido recalentado
Es una de las banderas rojas de la microbióloga, que explica que jamás se come un arroz recalentado, algo que califica como "una de mis reglas de lo que 'nunca hay que hacer'. Solo consume este producto recién cocido porque, de lo contrario, podría contener Bacillus cereus, un germen que envenena los alimentos y que desaparecer con la cocción aunque deja unas esporas. Esas esporas, en el caso de que el arroz se deje enfriar y quede a temperatura ambiente, pueden convertirse en bacterias.
"El Bacillus cultivado en arroz puede producir toxinas que, a las pocas horas de su ingestión, pueden provocar vómitos y diarrea que duran hasta 24 horas", asevera la experta.