Salud Bienestar

Así te afecta el ayuno intermitente según tu tipo de cuerpo

  • Un estudio sometió a una investigación a personas diferentes a un ayuno de 48 horas

El ayuno se ha convertido en una tendencia popular, particularmente para las personas que esperan perder peso, pero una nueva investigación de la Universidad de la Columbia Británica (UBC Okanagan), en Canadá, sugiere que el ayuno no tiene el mismo efecto en todos los tipos de cuerpo, y son diferentes en las personas con obesidad que en las delgadas.

El ayuno como parte de una dieta cetogénica (muy baja en carbohidratos) se está volviendo más popular, ya que las personas buscan quemar la grasa almacenada como fuente de combustible para obtener energía cuando sus cuerpos tienen pocos carbohidratos.

El doctor Hashim Islam, profesor adjunto en la Facultad de Ciencias de la Salud y el Ejercicio de la UBCO y en el Centro para la Prevención y el Manejo de Enfermedades Crónicas, dice que el ayuno y las comidas bajas en carbohidratos pueden beneficiar a muchas personas, pero los efectos pueden ser diferentes para las personas con obesidad.

"Estas tendencias dietéticas siguen ganando popularidad -reconoce-, pero nuestro estudio reveló que las personas con obesidad pueden responder al ayuno de forma diferente a las personas más delgadas, especialmente en la reacción de su sistema inmunitario".

La doctora Helena Neudorf, autora principal de estudio, publicado en 'iScience', señala que los científicos también valoran el ayuno porque hace que el cuerpo pase de quemar carbohidratos a quemar grasa mientras produce cetonas, y puede mejorar la salud al cambiar el metabolismo para fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación crónica, que está vinculada a muchas enfermedades.

"Sin embargo, queríamos descubrir si el ayuno afecta el metabolismo y el sistema inmunológico de manera diferente en las personas obesas en comparación con las delgadas", precisa.

El equipo de investigación sometió a personas con obesidad y a otras delgadas a un ayuno de 48 horas. Los participantes proporcionaron muestras de sangre antes, durante y después del ayuno para que los investigadores pudieran medir las hormonas, los metabolitos, la tasa metabólica, la inflamación y la actividad de los linfocitos T (glóbulos blancos que combaten las infecciones, pero también pueden causar inflamación crónica).

El estudio, dirigido por los grupos de investigación del doctor Islam y el profesor Jonathan Little en el Centro para la Prevención y el Manejo de Enfermedades Crónicas de la UBCO, descubrió que las personas con obesidad tenían más linfocitos T proinflamatorios y seguían produciendo señales inflamatorias, incluso después del ayuno. Este mismo grupo también presentó un menor aumento de cetonas y niveles más bajos de reacciones químicas importantes relacionadas con la regulación inmunitaria, como la unión de cetonas a aminoácidos o proteínas.

"También descubrimos que las células inmunitarias de los participantes delgados se adaptaron al ayuno quemando más grasa. Esto no ocurrió en quienes padecían obesidad -afirma Neudorf-. En general, su transición hacia un estado antiinflamatorio más equilibrado fue más débil en este grupo en particular".

El doctor Islam añade que el ayuno puede tener beneficios para la salud, pero la obesidad parece reducir sus efectos sobre el metabolismo y el sistema inmunológico.

"Las personas con obesidad pueden responder de forma diferente a un ayuno aislado de dos días en comparación con las personas más delgadas, pero aún no sabemos si esto es beneficioso o perjudicial -subraya-. Nuestro estudio demuestra la compleja relación entre la nutrición, el metabolismo y la función inmunitaria, y que se necesita más investigación para determinar cómo se puede utilizar el ayuno como herramienta terapéutica para personas con diferentes complexiones".

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