
Vivimos en una época en la que la variedad de calzado es prácticamente infinita, sin embargo, no todos los tipos son igual de buenos para nuestros pies. Eso lo sabe muy bien el traumatólogo Borja Núñez, quien ha explicado todos los beneficios de este calzado, muy popular en los meses de verano: las Birkenstock.
Las Birkenstock son unas sandalias que se han popularizado mucho durante los últimos años, por su diseño simple y práctico, pero muchos no saben de que se trata de un gran tipo de calzado, ya que es muy respetuoso con el pie, puesto que su creador fue un ortopedista alemán del siglo XVIII.
"Inventó esta horma creada, pensada para pies enfermos inicialmente, y lo hizo sabiendo lo que hacía", comenta. "Tiene una horma en la que permite al primer dedo (al dedo gordo del pie) estar recto, en su posición natural, y no estar metido y encerrado dentro de una zapatilla".
Pero este no es el único punto positivo de estas sandalias: "Tiene un ligero soporte del arco plantar que evita que el tobillo o pie se meta en valgo, lo cual es uno de nuestros principales defectos en pies o tobillos débiles, que se meten para dentro", afirma el doctor.
Respecto a las cintas que se encuentran en el empeine, también comenta que son muy adecuadas, ya que a diferencia de otras sandalias o chanclas, en este tipo de calzado los dedos no tienen que hacer fuerza para sujetar el zapato, haciendo que el pie esté más descansado (evitando inflamaciones en el tendón del dedo gordo).
Como punto negativo, añade que le gustaría que la suela fuese algo más flexible, para que los músculos del pie tuvieran más rango de movimiento, sin embargo, al ser más rígida, se convierten en unas zapatillas más duraderas: "Convirtiendo en un zapato duro, sano y bastante seguro para llevar en estos meses de calor", termina.