
En los siguientes años muchos medicamentos van a perder la patente, es decir, los laboratorios que los desarrollaron originalmente dejarán de tener la exclusividad para su producción y venta. Provocará que las farmacéuticas dejen de facturar 12.530 millones de euros en España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido de 2024 a 2029, según recoge un documento de la consultora Iqvia.
La lista de terapias que perderán la patente en los próximos años está compuesta por varios fármacos superventas. Desde anticoagulantes, pasando por antitumorales, hasta antidiabéticos. Este es el caso de Stelara (la molécula es ustekinumab), el tratamiento de Johnson & Johnson dirigido a la psoriasis en placas, que se quedará sin ella este año. Se trata del producto más vendido del laboratorio estadounidense desde 2019. Ante este escenario, la farmacéutica ha puesto la lupa en 25 nuevos y futuros medicamentos confiando en que estos impulsen el crecimiento de los ingresos futuros. Según anunció el laboratorio lograrán un incremento de las ventas del 5% al 7% entre 2025 y 2030. Además, la oncología será su principal división terapéutica.
Otra terapia que perderá la patente es el antitumoral Keytruda (cuyo principio activo es pembrolizumab) de MSD, provocando una disminución de sus ventas. Se trata del medicamento más vendido en el mundo. Este momento se producirá a finales de década, concretamente en 2028.
Asimismo, para reducir este efecto, el laboratorio está desarrollando una nueva versión subcutánea de este fármaco que paliará más de la mitad de la caída de los ingresos. La consultora Evaluate Pharma apunta que el antitumoral pasará de facturar 25.450 millones de euros en 2024 a alrededor de 14.580 millones en 2030. En otras palabras, 10.870 millones menos. La nueva versión del medicamento paliará esta caída con una facturación de 6.560 millones.
Paralelamente, Bristol Myers Squibb sufrirá el fin de exclusividad de una de sus terapias estrellas en Europa en alrededor de 2030. Se trata del medicamento contra algunos tipos de cáncer conocido como Opdivo. Este fármaco recibió la primera autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en julio de 2014. Para mitigar este impacto, BMS está desplegando varias estrategias como el lanzamiento de una formulación subcutánea de esta molécula. Además, ha firmado un acuerdo con BioNtech para co-desarrollar y co-comercializar un innovador fármaco frente a cánceres sólidos. También ha adquirido compañías como Karuna Therapeutics por 12.000 millones de euros o Mirati Therapeutics por 5.000 millones de euros.
La inglesa GSK perderá la exclusividad de una de sus vacunas próximamente. En concreto, se trata del suero contra el virus del herpes zóster (Shingrix), que dejará un agujero de 22.210 millones de euros.
También el gigante Pfizer dejará de tener la patente de una de sus vacunas: Prevnar, dirigida a hacer frente al neumococo. Dejará de ingresar 17.648 millones. Otro ejemplo es Roche y su tratamiento para la esclerosis múltiple. El laboratorio suizo experimentará una disminución de 17.939 millones de euros en su facturación.
Otras farmacéuticas que padecerán el impacto de la pérdida de patentes serán Lilly y Sanofi. La estadounidense perderá en 2027 la exclusividad de Trulicity. Se trata de un agonista de GLP-1 para diabetes tipo dos y frente al riesgo cardiovascular. Entonces, el laboratorio dirigido por David A. Ricks dejará de ingresar alrededor de 11.100 millones. Mientras, la compañía francesa un año después ya no tendrá la patente de la franquicia de Toujeo, una insulina glargina frente a la diabetes. Le supondrá un agujero en la facturación de 5.120 millones.
Biosimilares y genéricos
La pérdida de patentes tendrá un gran impacto sobre los medicamentos dejando entrar a los biosimilares y genéricos. El primer tipo de fármacos mencionado se definen como un tratamiento biológico esencialmente similar a otro fármaco ya autorizado y comercializado.
En España, la cartera de biológicos genéricos estará compuesta por medicamentos de 27 moléculas durante los próximos cinco años. Según estima la Asociación Española de Biosimilares (Biosim), los biosimilares generarán un ahorro total de 22.270 millones de euros hasta el 2030.
La distribución de los ahorros es distinta entre los principios activos. Los biosimilares de adalimumab (el original es Humira de Abbvie) serán los que generen más ahorro de cara a 2030. En concreto, 1.152,9 millones. Entre ellos, se encuentran los fármacos de Stada, Amgen, Sandoz o Celltrion, entre otros. Le siguen los biológicos genéricos de ustekinumab, infliximab, rituximab y bevacizumab, entre otros.
Cabe mencionar que la penetración de biosimilares más rápida se produce en los tratamientos agudos de dispensación en hospitales. Le siguen las terapias crónicas. Sin embargo, la penetración en oficinas de farmacia es más lenta. Asimismo, cada vez van ganando una mayor cuota de mercado.
Iqvia apunta que la penetración de los genéricos en el mercado es heterogénea al comparar los principales países en Europa. Una de las causas de esta situación es el entorno legislativo de cada uno de los territorios.
También hay heterogeneidad entre las distintas comunidades autónomas de España. Según la consultora, Andalucía y Cataluña son las regiones con mayor cuota de mercado. En la otra cara de la moneda, se encuentran los siguientes territorios: Comunidad Valenciana y Murcia.