Luxemburgo
Bruselas había puesto en el punto de mira a China. Su sospecha se basaba en que Pekín discriminaba a las empresas de productos sanitarios europeas en los contratos públicos. La investigación, abierta el año pasado, ha confirmado tal hipótesis. Ahora la Comisión Europea toma medidas para equilibrar la balanza. El Ejecutivo comunitario ha anunciado este viernes que las empresas chinas de productos médicos quedarán excluidas de las contrataciones públicas comunitarias que superen los 5 millones de euros.
La decisión es el resultado de la investigación iniciada en abril de 2024. Bruselas sospechaba que Pekín discriminaba a las compañías europeas de productos médicos en las contrataciones públicas, indiferentemente, sin considerar ningún tipo de umbral como esos 5 millones que sí ha fijado Bruselas. Es así que mientras las firmas chinas podían accede al mercado comunitario sin restricciones no sucedía lo mismo cuando los productos europeos llegaban al mercado del gigante asiático.
A ello se suma, la desigualdad en las reglas del juego que Pekín genera al dotar de subsidios a sus empresas, lo que crea desequilibrios en el mercado. Y, además, China pone medidas con las que rebaja los precios de los concursos públicos hasta tal punto que hace económicamente inviable la venta de productos en su mercado, explican fuentes comunitarias.
Lo que pide Bruselas es que se eliminen las restricciones por parte de Pekín. La medida afecta a todo tipo de productos médicos, desde escáneres, a robots quirúrgicos, mascarillas o implantes y no permite más del 50% de productos procedentes de China en las ofertas públicas. En todo caso, esta restricción no afectaría a las compras privadas que puedan realizar las clínicas.
La medida anunciada este viernes cumbre el 60% del valor del mercado de dispositivos médicos pero afecta solo a un 4% de las ofertas. El mercado de productos sanitarios europeos alcanza los 160.000 millones de euros (incluyendo a Suiza). Las exportaciones chinas de productos sanitarios a la UE se han más que duplicado entre 2015 y 2023, y Bruselas insta a diversificar el suministro y tirar, por otro lado, de la producción comunitaria.
La medida llega en respuesta a las limitaciones impuestas por China, aunque Bruselas asegura estar dispuesta a continuar negociando con Pekín. Si bien se ejecutarán excepciones cuando no existan alternativas de suministro, la medida anunciada este viernes está en línea con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dado que la UE no tiene compromisos vinculantes de contratación pública con China.