
La farmacéutica Esteve incrementa sus ganancias un 23%. Sin embargo, el primer motor de la subida no es el desempeño de su negocio, sino las inversiones financieras hechas con los recursos disponibles para impulsar su expansión. La organización catalana incrementó su ebit un 3%, desde los 64 a los 66 millones, pero estas inversiones llevaron las ganancias hasta los 75 millones frente a los 61 millones de 2023.
El consejero delegado del grupo, Staffan Schüberg, compareció este miércoles para dar a conocer las grandes cifras de 2025 del grupo, que se saldó con un crecimiento del 5% de la facturación, con un salto de 710 millones a 744 millones de euros.
Esteve divide su negocio en dos divisiones que tuvieron un desempeño desigual. El departamento de productos farmacéuticos elevó un 15,8% sus ventas hasta los 300 millones de euros. El grupo, enfocado en incrementar su portfolio en el tratamiento de enfermedades raras, justifica el alza tanto a nivel orgánico como por la consolidación en el segundo semestre de la compra de HRA Rare Diseases por 200 millones de euros.
Mientras, la división de fabricación para terceros se encogió un 0,7% y cerró el año con una facturación de 443 millones frente a los 446 millones de 2023. Schüberg justificó el descenso por un descenso de los productos vinculados con el coronavirus, que marcaron los ejercicios precedentes. "Sin embargo, la pérdida de tamaño no afectó a unos niveles de rentabilidad fuertes", añadió la directora financiera, Roser Gomila.
Para 2025, Esteve augura crecimientos a doble dígito, ya con cinco meses del ejercicio a las espaldas. Lo hará también gracias al impulso de las compras, pues en lo que va de año ya ha cerrado la adquisición de la licencia de Increlex a Eton Pharmaceuticals y la del fármaco Mepact de Takeda.
Y es que el grupo está inmerso en un ambicioso plan de crecimiento, que le llevará a invertir 1.000 millones de euros en adquisiciones, como avanzó hace un año elEconomista.es. Gomila explicó que con las tres adquisiciones acometidas en el último año y medio han gastado ya alrededor de un tercio de los recursos. "Buscamos productos en fases más avanzadas, que son más caros pero tienen menos riesgo", detalló Schüberg.
También con inversiones a nivel orgánico, como es el traslado de su fábrica china a un recinto más pequeño, eso sí, o los trabajos para ampliar la planta de Celrà (Girona) con un presupuesto de 100 millones. "La mayor parte de la inversión se acometerá este año y está previsto que entren en funcionamiento en 2027", cifró.
Con ello, la organización cerró 2024 con una caja de 495 millones –que utilizó para disparar el resultado con las inversiones financieras- y una deuda de 254 millones. A niveles internos, la firma se ha impuesto un límite de endeudamiento que ronde las 3 veces ebitda.