
Son muchos los medicamentos que precisan de estar en la nevera para su conservación, sin embargo, frente a un apagón de electricidad, los frigoríficos dejan de enfriar y pueden poner en riesgo estas medicinas. Por ello hay algunos trucos para evitar, en la medida de lo posible, que se estropeen.
El primer consejo es tener siempre reservas, es decir, tener medicamentos suficientes para varios días, porque el apagón podría afectar también a las farmacéuticas y estar unos días sin proveer las medicinas.
Si se va la luz, se aconseja abrir la nevera el menor tiempo y las menores veces posibles, puesto que cuanto más tiempo se mantenga cerrada, más tiempo conservará el frío en su interior. Frente a un apagón como el del 28 de abril, siguiendo este sencillo consejo muchas personas conservaron adecuadamente sus medicamentos, a pesar de estar varias horas sin luz.
Además, tener bolsas refrigeradoras o térmicas (que mantienen la temperatura de lo que se introduzca en su interior) y bolsitas de hielo refrigerado en el congelador puede ser clave, puesto que hará que durante unas cuantas horas más se conserve el frío. También existen termos para refrigerar medicamentos, que mantienen hasta 48 horas las medicinas frías una vez han salido del frigorífico.
Por último, cabe recordar que los hospitales y centros de salud tienen generadores, por lo que frente a un momento de extrema necesidad, pueden proveernos de medicamentos para pasar esas horas hasta que se recupere el servicio eléctrico.