
El nivel de penetración de los medicamentos genéricos en el mercado, junto con el consumo de envases y el gasto o la garantía de suministro, activarán el nuevo sistema de ofertas de precios con el que el Ministerio de Sanidad promoverá una mayor competencia en los fármacos fuera de patente. El objetivo marcado será ahorrar 800 millones de euros al año a cuenta de laboratorios, distribuidores y farmacias.
Entre las farmacéuticas que se verían más afectados por el sistema de precios seleccionados incluido en el anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios están los fabricantes de principios activos donde la competencia de los genéricos no alcanza el 60% del importe total del mercado. Según las ventas de los 20 primeros principios activos de mayor consumo en el primer semestre de 2024, los titulares del antipsicótico olanzapina, el antidepresivo duloxetina, el ansiolítico pregabalina o el anticonvulsivo levetiracetam serán candidatos para afrontar ofertas de tarifas a la baja cada seis meses.
Todos estos tratamientos están indicados en trastornos psiquiátricos y neurológicos, donde las marcas comerciales retienen porcentajes de consumo por encima del 40%, aun marcando los mismos precios que sus competidores genéricos debido al funcionamiento del actual sistema de precios de referencia. Este modelo obliga a todos los fabricantes a igualar los precios de los medicamentos incluidos dentro de una misma agrupación homogénea al del precio más bajo para obtener financiación pública, lo que provoca que "el incentivo para bajar los precios sea bajo y el incentivo para que se produzca colusión expresa o tácita en el precio es alto", según denuncia Sanidad.
Otras terapias de gran consumo que estarían en el nuevo radar de ofertas de precios son los quemagrasas como la rosusvastatina o el antiácido esomeprazol. Hay ejemplos también que el Ministerio ha utilizado para reflejar el poder de resistencia de la marca frente a sus competidores, como el analgésico metamizol, donde los casi 4,5 millones de envases genéricos dispensados solo representan cerca de un 30% del consumo de este principio activo.
Algunas de las farmacéuticas que comercializan sus marcas en estas agrupaciones de medicamentos con el mismo principio activo, dosis, forma farmacéutica o vía de administración son multinacionales como Lilly, Boehringer, Pfizer o AstraZeneca, entre otras.
Nueva cesta de precios
Con las ofertas de precios recibidas, Sanidad elaborará una cesta de precios que estará en vigor durante seis meses que incluirá el medicamento de precio más bajo, una agrupación de medicamentos con precios seleccionados, así como su rango de precios, y una agrupación de productos no seleccionados, donde el paciente podrá decidir si abona la diferencia entre el precio más bajo financiado y el precio del medicamento elegido.
Los 20 principios activos de mayor consumo en envases suponen casi el 60% de todos los envases genéricos dispensados en oficinas de farmacia por valor de cerca de 2.000 millones de euros, mientras que los 20 principios activos de mayor consumo en importe suponen casi el 44% del valor.
Con esta propuesta, Sanidad pretende inducir una mayor competencia para bajar el precio de los genéricos ante la rigidez del actual sistema de precios de referencia, que reduce como mínimo un 40% los precios, tanto en los mercados con ventas bajas como altas. Es una barrera difícil de romper en España, según sostiene el departamento que dirige Mónica García, a diferencia de otros países que cuentan con más de cinco competidores en el mercado, donde las caídas de precio pueden alcanzar el 80%.
Garantía de suministro
Entre los criterios que podría utilizar Sanidad para decidir qué medicamentos entran en la cesta de precios seleccionados figuran el consumo y el impacto presupuestario de la agrupación de fármacos, el número de medicamentos en dicha agrupación, además del riesgo de desabastecimiento o el alineamiento con la autonomía estratégica que se determine, según la memoria del anteproyecto.
Este tipo de sistema, permitirá también evitar las llamadas "bajadas temerarias" dentro del sistema de precios de referencia, ya que permite al sistema aceptarlas, pero sin forzar la bajada de todo el conjunto ni expulsar otros medicamentos del mercado, según explica Sanidad.