
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) se han disparado considerablemente en España, sobre todo en hombres jóvenes: el año pasado, se diagnosticaron 36.983 casos de clamidia, un 20,7% más que dos años antes, 34.401 de gonorrea, que subió un 42,6%, y 10.879 de sífilis, un 24,1% más.
Según el informe anual 'Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual', publicado esta semana por el Instituto de Salud Carlos III, los datos mantienen la tendencia al alza de sífilis, sífilis congénita, infección gonocócica (gonorrea), clamídia (Chlamydia trachomatis) y linfogranuloma venéreo (LGV) de las últimas dos décadas.
En todas, como era de esperar, hay un predominio de los hombres frente a las mujeres. Y es que el 80% de los casos de gonorrea se dieron en hombres, que registraron también el 88% de los de sífilis, el 98% de LGV y el 53% de clamidia.
La causa principal del aumento de estas enfermedades es la falta del uso del preservativo. Ante este panorama, se ha puesto especial atención en el 'slamsex' o 'slamming', una práctica sexual que cobra una gran popularidad en las redes sociales y que está conllevando un grave problema de salud pública.
Explicación
¿Y en qué consiste? Está claro: se trata de una modalidad de 'chemsex', comportamiento liderado por el uso de drogas recreativas para intensificar las relaciones sexuales. Principalmente, suele asociarse a fiestas o encuentros donde se busca la euforia y la prolongación de dichas relaciones -en su gran mayoría sin preservativo-.
En concreto, se conjugan tres elementos: un contexto sexual (sexo grupal, relaciones sin protección con parejas ocasionales, etc.), el uso de drogas psicoestimulantes (generalmente medefrona o metaanfetamina) y la administración de estas sustancias mediante una inyección.
Riesgos
Todo ello puede provocar un subidón intenso, derivar en una experiencia placentera y sexualmente estimulante, desinhibir la conducta sexual y generar vínculos con las personas con las que se practica. Además, permite mantener sesiones de sexo más largas y aumentar la confianza en uno mismo.
Sin embargo, no deja de ser una práctica que presenta riesgos. Al ejecutar estas prácticas sin preservativo, aparecen en muchas ocasiones infecciones de transmisión sexual como hepatitis, gonorrea, sifilis, clamidia y VIH.
Para intentar frenar los efectos negativos de esta práctica, es recomendable realizar estudios epidemiológicos que traten las enfermedades infecciosas, el consumo de drogas y sus consecuencias en la salud mental. Por si fuera poco, también debería destacarse la importancia de los tratamientos profiláticos, las analíticas regulares...