
Un estudio elaborado por la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, ha identificado diferentes maneras en que en el cerebro humano se desmorona con el paso de los años. Para ello analizaron 50.000 escáneres cerebrales que revelaron cinco formas distintas de atrofia cerebral vinculada al envejecimiento y a la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
El ojo humano no puede ver los cambios sutiles que hay entre los cinco patrones, los identificaron a través de una tecnología de aprendizaje automática, para ello entrenaron un algoritmo al que le mostraron escáneres de 1.150 personas sanas de entre 20 y 50 años y de 9.000 personas de esa edad sanas y con deterioro cognitivo.
Los rasgos biológicos individuales, como ser más propenso a la diabetes o a otras enfermedades, o las pautas vinculadas con el consumo de alcohol y tabaco afectan a las formas particulares de envejecimiento. También, el estado de otros órganos afecta al envejecimiento cerebral.
El líder del grupo de científicos, Christos Davatzikos, advierte que esto no permitiría "hablar de tratamientos en un futuro cercano". "Este trabajo nos ayuda a comprender la heterogeneidad del envejecimiento del cerebro en general, que está causada por varias patologías subyacentes posibles, incluidos el alzhéimer y el párkinson, y también factores relacionados con la salud cardiovascular y metabólica", explica el experto.
"Por ahora, el beneficio más inmediato podría verse en ensayos clínicos, que se benefician de reclutar a individuos con perfiles más homogéneos, algo que permite detectar efectos de tratamientos más sutiles con muestras más pequeñas", señala el investigador.