
La carne de tortuga es considerada un manjar en algunas zonas, sobre todo para los habitantes de Zanzíbar. El problema es su consumo ha provocado algunas muertes en la isla de Pemba. Concretamente, han fallecido por ingerirla ocho niños y una adulta.
La cifra podría ser peor ya que 78 personas fueron hospitalizadas según las autoridades. La mujer adulta que falleció, era la madre de uno de los niños que sufrió la misma muerte. Ella murió un viernes y consumió la carne de tortuga el martes de la misma semana, según aseguró el médico del distrito de Mkoani, el doctor Haji Bakari. El experto dijo a Associated Press que las pruebas de laboratorio habían confirmado que las víctimas habían consumido carne de tortuga marina.
Hasta Zanzíbar, región semiautónoma de la nación de Tanzania, enviaron un equipo de gestión de desastres para evitar que más personas comieran carne de tortuga. No es la primera vez que ocurre algo parecido. En 2021, siete personas, entre ellas un niño de tres años, murieron en la isla de Pemba por ingerir este tipo de carne y tres fueron hospitalizadas.

Los niños son muy sensibles a este tipo de intoxicación alimentaria
Todas sufrieron quelonitoxicismo, un tipo de intoxicación alimentaria. Esta puede producirse porque el animal haya comido algún alga tóxica que puede estar contaminada con quelonitoxinas, un tipo de toxinas que están en la piel de la tortuga.
Al comer su carne, las personas pueden tener quelonitoxicismo, una intoxicación alimentaria que puede derivar en problemas hepáticos, renales o neurológicos, pudiendo provocar la muerte. Es una intoxicación poco común pero los niños son muy sensibles a ella.