El preso estadounidense Kenneth Eugene Smith lleva en el corredor de la muerte 35 años y el próximo 25 de enero será ejecutado a través de un método nunca realizado y que podría causarle sufrimientos a este. Así lo ha denunciado expertos de Naciones Unidas en derechos humanos. La técnica es a través de la hipoxia de nitrógeno, asfixiando al condenado con este gas.
La ejecución ser realizará en el estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos. La causa de emplear esta técnica es que al preso le dan pánico las agujas y pidió que no le ejecutaran con una inyección letal. Este método está recogido en el Protocolo de Ejecuciones de Alabama aunque los expertos piden que debe de revisarse ya que Smith podría sufrir una muerte "dolorosa y humillante".
El preso solo respira nitrógeno, provocándole la muerte
El método más usado en el país norteamericano es la inyección letal. Desde que se utilizó en 1977, fue considerada la opción menos dolorosa comparada con la electrocución o el ahorcamiento. Con la hipoxia por nitrógeno, el preso solo respira este gas y no llega oxígeno a su cerebro ni al resto de tejidos provocándole la muerte. El nitrógeno supone el 78% del aire que respiramos pero solo es inofensivo al estar mezclado con oxígeno.
Por ello, los expertos consideran que puede ser una muerte cruel e inhumana. En contraposición, algunos defienden que es un método indoloro. "Las ejecuciones experimentales por asfixia con gas violarán probablemente la prohibición de la tortura y otras penas crueles, inhumanas o degradantes", señalan.
A raíz de este tema, los expertos de la ONU están preocupados por la cantidad de ejecuciones de muerte que se llevan a cabo en Estados Unidos. En 2023 se ejecutaron 24 presos allí, doblando las cifras de 2021, que fue de 11 presos.