
Una duda muy frecuente surge sobre si es posible o no consumir bebidas alcohólicas cuando se está en tratamiento con antibióticos. Todos hemos escuchado la famosa frase de 'no puedo beber porque estoy tomando antibiótico' pero hasta qué punto es cierta.
El sentido común lleva a pensar que no es muy recomendable tampoco se tienen claras las razones médicas que lo desaconsejan. Lo cierto es que muchos antibióticos no interaccionan con el alcohol, otros simplemente ven reducida su eficacia pero en algunos casos puede ser catastrófico, ya que hay algunos grupos de antibióticos con los cuales no se puede tomar ni una gota de alcohol. Pudiendo provocar consecuencias graves como somnolencia, vómitos, arritmias y alucinaciones.
Según el farmacéutico Guillermo Martín, conocido como @farmacia_enfurecida en redes, hay un antibiótico que mezclado con alcohol "os puede dar la peor resaca de vuestra vida, de incluso acabar en el hospital".
Se trata del metronidazol que por ejemplo lo lleva el famoso Rhodogil. "Como curiosidad, se utiliza en el tratamiento del alcoholismo, administrando un medicamento que le produce aquellas personas alcohólicas, porque si beben cuando lo están tomando tienen una mala resaca".
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