
La ashwagandha, también conocida como Withania somnifera, es una planta que ha sido utilizada en la medicina tradicional india, conocida como Ayurveda, durante miles de años. Conocida comúnmente como ginseng indio o cereza de invierno, la ashwagandha es famosa por sus propiedades adaptogénicas, es decir, su capacidad para ayudar al cuerpo a resistir el estrés y mantener el equilibrio.
Originaria de la India, el norte de África y el Medio Oriente, la ashwagandha es una planta de pequeño tamaño con flores amarillas y frutos rojos anaranjados del tamaño de una pasa. Aunque todas las partes de la planta tienen uso medicinal, las raíces son las más utilizadas. El nombre "ashwagandha" se traduce literalmente del sánscrito como "olor de caballo", refiriéndose tanto al olor fuerte de las raíces frescas como a la creencia de que consumir la planta conferirá la fuerza y vitalidad de un caballo.
Propiedades
Las propiedades de la ashwagandha son numerosas y variadas, haciéndola un suplemento valioso para muchos aspectos de la salud. Una de las principales propiedades es su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. Estudios clínicos han demostrado que la ashwagandha puede reducir significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que contribuye a una sensación general de bienestar. Además, tiene efectos positivos sobre el sistema nervioso, ayudando a mejorar la calidad del sueño y reduciendo los síntomas de insomnio.
Otro beneficio notable de la ashwagandha es su capacidad para mejorar la función cognitiva. Investigaciones sugieren que esta planta puede mejorar la memoria y las habilidades cognitivas en personas con deterioro cognitivo leve. Se cree que estos efectos se deben a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que protegen el cerebro del daño oxidativo y reducen la inflamación.
La ashwagandha también es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Los compuestos activos en la planta, llamados withanólidos, han mostrado tener efectos antiinflamatorios que pueden ayudar en el tratamiento de condiciones inflamatorias crónicas como la artritis. Además, estos compuestos ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del daño y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
En el ámbito de la salud física, la ashwagandha ha demostrado ser beneficiosa para mejorar la fuerza y la masa muscular. Varios estudios han indicado que la suplementación con ashwagandha puede aumentar la fuerza muscular y la masa en hombres jóvenes y sanos. También se ha demostrado que mejora la resistencia y el rendimiento físico, lo que la convierte en un complemento popular entre los atletas.
La salud reproductiva es otro campo donde la ashwagandha muestra beneficios. Se ha utilizado tradicionalmente como un afrodisíaco y para tratar la infertilidad tanto en hombres como en mujeres. En los hombres, se ha encontrado que la ashwagandha mejora la calidad del semen y aumenta los niveles de testosterona. En las mujeres, puede ayudar a regular el ciclo menstrual y mejorar la fertilidad.
Cómo tomar esta planta
APara tomar ashwagandha, hay varias formas disponibles, incluyendo cápsulas, polvo, tinturas y extractos líquidos. La dosificación puede variar dependiendo del tipo de suplemento y la concentración de los principios activos. Es común encontrar cápsulas que contienen entre 300 y 500 mg de extracto de ashwagandha, y la dosificación típica recomendada es de una a dos cápsulas al día. En forma de polvo, se puede mezclar con agua, jugo, batidos o incluso con leche caliente para hacer una bebida reconfortante conocida como "leche dorada".
Consulta con tu médico
A pesar de sus numerosos beneficios, es importante tener en cuenta que la ashwagandha puede interactuar con ciertos medicamentos y condiciones de salud. Por ejemplo, puede potenciar los efectos de los medicamentos para reducir el azúcar en sangre y la presión arterial, por lo que las personas que toman estos medicamentos deben consultar a su médico antes de comenzar a tomar ashwagandha. También se recomienda precaución en personas con enfermedades autoinmunes, ya que la ashwagandha puede estimular el sistema inmunológico.
Además, aunque generalmente se considera segura para la mayoría de las personas, algunas pueden experimentar efectos secundarios como molestias gastrointestinales, diarrea, náuseas y vómitos, especialmente cuando se toma en dosis altas. Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben evitar la ashwagandha debido a la falta de estudios sobre su seguridad en estas poblaciones.