
Las personas que toman medicamentos frecuentemente o que van a viajar a un país extranjero en mitad de un tratamiento para el que se necesita receta, suelen tener la duda de si podrán adquirir dichos medicamentos en las farmacias del país de destino. Es en esta situación en la que cobra importancia la recién estrenada receta electrónica.
La receta electrónica, integrada con servicio de interoperabilidad de la información clínica de los pacientes dentro de la Unión Europea, está disponible en un total de nueve comunidades autónomas, un sistema al que se han unido nuevas comunidades este mismo año.
En concreto, desde el mes de abril de 2023, estas son las comunidades autónomas en las que se puede operar con la receta electrónica y el historial clínico respecto a los países europeos: Andalucía, Cataluña y Castilla y León que se unirán así a Aragón, Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Comunidad de Madrid y País Vasco.
¿Para qué sirve la receta electrónica?
Por un lado, la Historia Clínica Digital del SNS (HCDSNS) y los servicios My Health@EU de la Unión Europea permiten compartir los datos interoperables de salud que estén disponibles en los países de la UE para que, cuando una persona necesite ser atendida por un profesional sanitario de otro país, este pueda consultar sus datos clínicos más relevantes, tal y como informan en una de las notas de prensa de La Moncloa.
Del mismo modo, el proyecto europeo de interoperabilidad de receta electrónica permite que un medicamento prescrito en el país de origen de un ciudadano europeo pueda ser dispensado oficina de farmacia de otro país de la UE.
Cataluña se unió en abril del 2023 a Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana y País Vasco, que ya pueden compartir el European Patient Summary con los profesionales sanitarios de Portugal, Croacia, Francia, Luxemburgo y Malta.
Por su parte, Andalucía y Castilla y León se sumaron a Aragón, Canarias, Cataluña, Extremadura, Madrid y País Vasco para intercambiar prescripciones electrónicas con Croacia, Finlandia, Portugal y Polonia.
A lo largo de 2023 se irán sumando el resto de las comunidades autónomas, así como nuevos países europeos tanto para el historial e intercambio de los datos médicos como para las recetas electrónicas.