Salud Bienestar

La opinión de un dentista sobre la inflamación de las encías en verano: "Sin suficiente saliva, las bacterias proliferan con más facilidad"

Encías inflamadas | Foto: Europa Press

La deshidratación en la cavidad bucal puede producir infecciones orales, lesiones en las mucosas o agravamiento de enfermedades periodontales, advierte el jefe se servicio de Maxilofacial del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, Alejandro Gutiérrez. La saliva cumple una función clave en la protección natural de la boca, ya que neutraliza ácidos, lubrica los tejidos orales y combate las bacterias. Por lo tanto, cuando el cuerpo está deshidratado, se reduce su producción, dejando así a los dientes y encías más expuestos.

"Sin suficiente saliva, las bacterias proliferan con más facilidad

"Sin suficiente saliva, las bacterias proliferan con más facilidad, por lo que se incrementa el riesgo de caries, enfermedad periodontal, infecciones o halitosis", explica la dentista del equipo Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental, Lorena Trinidad Bueno. "Una boca seca significa tener una boca vulnerable", sentencia.

Asimismo, la escasez de saliva altera el equilibrio del microbioma oral, favoreciendo la inflamación y el sangrado. En este sentido, Bueno añade que "durante la época estival, muchos pacientes llegan con encías más sensibles o inflamadas sin haber cambiado su rutina de higiene".

La deshidratación además de acrecentarse por el calor, puede producirse "si coinciden factores como el ejercicio intenso, el consumo de alcohol o de bebidas energéticas", aclara.

Por otro lado, el Gutierrez explica que la sequedad, el ardor e incluso la dificultad para tragar son algunos síntomas de deshidratación que pueden servir como una señal para prevenir mayores complicaciones.

Sin embargo, cuando la sensación de sequedad es continua, incluso con buena hidratación, "puede deberse a otros factores como el uso de ciertos fármacos o enfermedades crónicas". En estos casos, es "fundamental" acudir al dentista para identificar la causa y aplicar soluciones específicas, indica el experto.

Hidratarse de forma continua, aunque no se tenga sensación de sed

El primer consejo que lanzan los especialistas es hidratarse de forma continua, aunque no se tenga sensación de sed. Igualmente, es importante moderar el consumo de café, alcohol y bebidas energéticas que tienen un efecto diurético, es decir, aumentan la eliminación de líquidos del cuerpo.

Asimismo, recuerdan eludir ambientes excesivamente secos, así como evitar el uso prolongado de aire acondicionado que disminuye la humedad ambiental y favorece la evaporación de la humedad corporal, incluida la de las mucosas orales.

Por otro lado, enjuagarse con agua y sal es una medida "simple y efectiva" para aliviar la sequedad o molestias leves en la boca. Esta solución tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas, lo que contribuye a disminuir la inflamación de encías, calmar la irritación y mantener la flora oral en equilibrio.

Incluir frutas y verduras ricas en la dieta diaria como la sandía, el melón o el pepino también ayuda a mantenerse hidratado, y además contienen vitaminas que refuerzan las defensas de encías y tejidos orales.

Por último, los expertos recomiendan respirar siempre por la nariz, ya que respirar por la boca "favorece la evaporación de la humedad oral, lo que origina sequedad, irritación y acumulación de bacterias".

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