Salud Bienestar

La enfermedad invisible que cada vez afecta a más españoles y no tiene cura: "Nos tratan como si nos lo inventáramos"

 

La fibromialgia "siempre ha sido una enfermedad oculta, poco reconocida, estigmatizada por diferentes circunstancias e infravalorada por parte de las autoridades e incluso de los profesionales sanitarios, influyendo estos aspectos en una menor investigación en este campo", advierte el jefe emérito de Sección de Reumatología del Hospital del Mar de Barcelona, Josep Blanch, a pesar de su "elevada prevalencia" situada en 2,4% de la población adulta en España, lo que supone más de 900.000 afectados, según el estudio EPISER.

¿Qué es?

La fibromialgia (FM) es una enfermedad caracterizada por dolor musculoesquelético crónico generalizado causada por una alteración en los mecanismos y las vías que transmiten el dolor desde los receptores periféricos hasta el sistema nervioso central.

"Esta patología puede llegar a ser invalidante y afectar a la esfera biológica, psicológica y social, ocasionando un fuerte impacto en la vida diaria de las personas que padecen esta enfermedad, así como un alto gasto sanitario tanto de costes directos como de indirectos", denuncia Blanch.

El reumatólogo del Hospital Universitari Dexeus del Grupo Quirónsalud, Cayetano Alegre, señala que "en algunas ocasiones, esta enfermedad, aparece como una comorbilidad asociada a otras enfermedades. En este sentido, es fundamental establecer un diagnóstico temprano para un correcto abordaje de los síntomas que pueden ser muy variados, siendo los más comunes: fatiga, rigidez, problemas de sueño, ansiedad, depresión y dificultades cognitivas".

Síntomas

La fibromialgia es un trastorno caracterizado principalmente por un dolor musculoesquelético generalizado y persistente, que puede variar en intensidad y localización a lo largo del tiempo. Uno de los síntomas más comunes es una sensibilidad extrema al tacto en puntos específicos del cuerpo, conocidos como "puntos gatillo", especialmente en cuello, espalda, caderas y extremidades. Este dolor suele estar acompañado de rigidez muscular, especialmente al despertar o tras periodos prolongados de inactividad.

Además del dolor, los pacientes con fibromialgia suelen experimentar fatiga crónica, incluso después de haber dormido varias horas, así como alteraciones del sueño, como insomnio o sueño no reparador. Otros síntomas frecuentes incluyen dificultades cognitivas conocidas como "fibroniebla" (problemas de concentración, memoria y claridad mental), dolores de cabeza, ansiedad, depresión, trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable y una mayor sensibilidad a ruidos, luces o cambios de temperatura. Estos síntomas afectan significativamente la calidad de vida y la funcionalidad diaria de quienes la padecen.

A tener en cuenta

La fibromialgia es una enfermedad que, en muchos casos, tarda en ser diagnosticada debido a que sus síntomas no son visibles y pueden confundirse con los de otras patologías. No existen pruebas de laboratorio específicas que confirmen su presencia, por lo que el reconocimiento del trastorno depende, en gran medida, de la evaluación clínica del médico. Este diagnóstico suele basarse en la historia médica del paciente, la duración e intensidad del dolor, la presencia de fatiga y otros síntomas asociados, así como en la exclusión de otras enfermedades.

Pacientes consultados por elEconomista, aseguran que algunos médicos los tratan como "si se lo inventaran". "Cada vez que necesito ir a urgencias por un dolor insoportable se me hace cuesta arriba, no quiero ir porque no me van a creer, no hay ninguna prueba que visibilice mi dolor".

El papel del médico es clave, ya que requiere una valoración integral que tenga en cuenta tanto los síntomas físicos como el impacto emocional y funcional del paciente. La empatía, la escucha activa y el seguimiento continuado son fundamentales para ofrecer un tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida. Aunque no existe cura, la combinación de fármacos, fisioterapia, apoyo psicológico y cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar los síntomas y reducir su impacto.

Tratamiento

Sobre como tratar esta patología, el doctor Alegre se apoya en tres pilares fundamentales: el tratamiento con fármacos, la fisioterapia y las terapias psicológicas. Según el experto estas tres modalidades terapéuticas "han demostrado una eficacia mayor en el control de los síntomas de la fibromialgia".

En personas con fibromialgia el ejercicio físico ayuda a disminuir el dolor y la fatiga, mejora el trastorno del sueño, la funcionalidad y el estado de ánimo. Alegre explica que "aunque no hay suficiente evidencia de los efectos que podría tener el ejercicio en la reducción de la sintomatología de la FM, en general, podría ayudar a reducir tanto los síntomas ansiosos como depresivos".

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